miércoles, 9 de septiembre de 2020

Etapas del camino espiritual

 ¿Cómo se ve a usted mismo hoy?

Muchas personas viven gran parte de su vida buscando lograr cosas, buscando pasar lo mejor posible ahora mismo y en lo posible los próximos días, y esa es su meta, pero… tarde o temprano sucede que el mundo se rebela en su contra y ya no se logra pasar bien, resulta de pronto incomprensible, ¿por qué todo aquello que daba alegría o bienestar parece ahora ser insípido o frustrante?

Además, si el mundo está mal, o sea lo que está fuera de uno mismo, sucederá al mismo tiempo que en la soledad no hay un refugio seguro, pues como es afuera es adentro. Hay caos afuera, entonces hay caos adentro.

Si una persona entiende la vida como una oportunidad permanente para buscar y encontrar el placer o el bienestar. Si considera que como está hoy está bien es porque intenta engañarse a sí mismo.

Aquella persona que no quiere trabajar ni esforzarse en mejorarse a sí mismo, y no acepta la idea de hacer ningún esfuerzo para ser consciente y obrar adecuadamente, con seguridad llegará ese día donde nada parece estar bien, ni siquiera aquello que antes sí lo estaba.

Quien tiene siempre su mente en las cosas de este mundo, aquel que se niega a pensar cuál deberá ser la finalidad última por la cual ha sido creado, a considerar la existencia de su propia Alma, tal persona se encuentra lejos del camino espiritual.

Llega un día en que dejamos de negarnos a aceptar que hay otro plano de existencia que no es este mundo, entonces todo lo hemos vivido hasta ese momento cambia de valor.

Es así que muchas personas un día comienzan a cuestionarse todo, incluso que han hecho hasta ese presente.

Este mundo es una escuela y nuestro camino en ella nos lleva a vivir muchas experiencias para que de ellas aprendamos y cambiemos para ser mejores.

El camino espiritual es un proceso de continuo aprendizaje, compromiso y trabajo diarios para ir logrando cambios interiores que permitan seguir avanzando, al principio es como caminar en una noche oscura, después parece ser como caminar en un día de niebla, incluso ya más adelante es como caminar en un día de mucho sol o mucha luz donde es difícil ver bien varios pasos adelante hacia dónde seguir. Sin embargo, a medida que se avanza se va sintiendo una necesidad irresistible de seguir y seguir hacia esa Luz que está allá lejos, y que sólo caminando hacia ella me siento bien.

Pero bueno, lo que quiero ahora es describir desde mi punto de vista las distintas etapas de ese misterioso camino espiritual, que es diferente para cada persona.

El Camino Espiritual, si lo miramos de una manera práctica, podría dividirse en etapas de compromiso.

            Primera etapa

Los distintos motivos para empezar.

Hay muchas razones por las cuales miles y miles de personas empiezan ese misterioso y tan comentado camino.

La mayoría de las personas que dan sus primeros pasos, normalmente lo hacen porque alguien conocido lo convenció de hacerlo, o porque a través de la lectura de libros o escuchando a otros despertó el interés en realizar esa primera prueba.

Otros porque se cansaron de vivir persiguiendo metas mundanas que requieren mucho esfuerzo y de las cuales luego de alcanzarlas comprende que la alegría del logro era tan sólo una ilusión.

También están aquellos que se cansan de sentirse solos aun estando acompañados, cansados de una vida vacía, cansados del estrés, cansados de no encontrar nada que aliente a seguir adelante, entonces buscan algo más permanente, el camino espiritual.

Algunos, sienten un día la necesidad de hacerlo, porque de alguna manera comprenden y aceptan que allí está su salvación, estos pocos son aquellos que no abandonarán nunca ese camino pues su necesidad interior fue la chispa que los motivó y mantendrá su firme voluntad de continuar.

La última resistencia a entrar en ese camino es la falta de Fe, y sin embargo algo atrae de ese camino.

Aquellos que aún están indecisos, que dudan si empezar o no se preguntan:

¿Por qué quienes lo inician mantienen su esfuerzo a pesar que parece ser sólo una ilusión?

¿Por qué personas que prácticamente no tienen nada en este mundo viven satisfechos, sentados meditando o haciendo sus oraciones? Es un misterio, la misma Fe es un misterio, pues prácticamente no existe nada comprobable en este mundo que ayude a sostenerla, pero por otro lado vivir sin Fe lleva a una vida vacía y de angustiante soledad.

Por ello el único requisito para realizar un camino espiritual es tener Fe, una firme Fe que sostenga la Voluntad de seguir y seguir, cada día hacia un camino que no es ni será nunca evidente para nuestros 5 sentidos.

Fe en que existe otro plano de existencia que no es este mundo. ¿Será así? Bien, aun así… Sí, pues bien, ¿por qué no intentarlo? Acepto el reto e inicio el misterioso y mágico camino hacia la Luz de Dios.

Los primeros pasos, sean cuales sean los motivos por los que una persona decidió comenzar en ese camino desconocido, lo primero que debe aceptar es la guía de otros para empezar esos primeros pasos.

Si fue aconsejado por personas conocidas que ya están en su propio camino espiritual, seguramente esa persona intentará realizar las mismas experiencias sugeridas por sus conocidos.

Si surgió por lectura de artículos, libros o publicaciones de gente experimentada, también intentará seguir los consejos que leyó, o lo que ha oído por distintos lugares.

Por cualquiera de esas situaciones, el que da sus primeros pasos irá experimentando unas y otras sugerencias, algunas resultarán buenas y otras no. De esa manera es lógico que elija lo que le resulta más adecuado para su forma de ser.

A medida que los días pasan quien se inicia buscará cómo incorporar nuevos hábitos de vida y hacer un espacio de tiempo en sus días para meditar, orar o cantar.

Aparece entonces la primera dificultad, el camino espiritual se hace día a día, entonces llega la primera decisión:

Para que entre algo nuevo debe haber espacio, hay que tirar algo viejo.”

Es decir, para esa práctica diaria habrá que encontrar un espacio de tiempo en el diario vivir. Algunos se defenderán diciendo que no tienen tiempo, pero no existe falta de tiempo, existe falta de interés. Porque cuando alguien realmente quiere lograr algo, no se mira la dificultad, sino alcanzar la meta y asumimos el desafío, así cada madrugada se vuelve una nueva oportunidad, el resto del día el momento adecuado.

Los seres humanos están ahora enfrentados a una elección vital: salir del camino de las masas, la presión de las redes sociales o sucumbir junto a ella.

Si has sido capaz de darte cuenta que tu vida hasta hoy es un sufrimiento constante, inevitable, un continuo caminar en la persecución de una ilusión tras otra, o aceptas el reto del camino espiritual y te lanzas con todas tus fuerzas a lograrlo o resígnate a continuar recreando el mismo mundo, sufrir las mismas amenazas, sentir casi todos tus días, la misma desconformidad con tu vida.

Piensa que la infelicidad no surge de las circunstancias de tu vida, sino del condicionamiento de tu mente. Si has llegado a un momento en tu vida en donde has comprendido que necesitas darte la oportunidad de probar realmente si el camino espiritual es “tu salvación o no” pues hazlo sinceramente, inténtalo realmente, haz un espacio en tu día por un tiempo razonable.

“La calidad de tu vida nunca sobrepasará la calidad de tus pensamientos. Cambia tus pensamientos y cambiarás tu vida.”

Uno de los mejores sentimientos que puede sentir una persona, es cuando se percibe que se puede ser perfectamente feliz sin aquellas cosas que pensaba que necesitaba. Y yendo aún más lejos, la vida en sí, es mucho más simple de lo que la gran mayoría piensa y prácticamente necesitamos muy poco para ser felices, claro nuestro Ego no piensa lo mismo.

Las amenazas que tu mente siente afuera son simplemente un reflejo de los obstáculos que tú tienes dentro. Aceptar el camino hacia la Luz que nuestra Alma necesita seguir lleva poco a poco a la felicidad.

Volviendo, a los primeros pasos, esta primera etapa consiste tan sólo en sostener el pequeño esfuerzo diario de realizar sus tareas espirituales por digamos un mes.

Arriésguese, dedique entre 20 a 30 minutos de su día a recitar oraciones, o a intentar meditar, o a cantar plegarias o mantras, no importa en sí cuál de ellas, simplemente las que a usted le resulten útiles.

Entonces, usted va intentado muchas cosas, todas o la mayoría de lo que le han sugerido, de lo que ha leído u oído y se va dando cuenta que funciona y que no para su forma de ser, hoy.

Una vez conocidas las prácticas que sí funcionan en lo personal, usted practica por digamos un mes, quizás un poco más.

Hasta que un día se comprende, de alguna manera diferente, no por razonamiento sino por otra forma nueva de observar y sentir, que hemos pasado a un nuevo estado en el camino espiritual.

Esta etapa es quizás la única en la cual es fácil darse cuenta cuando la hemos pasado, nos sentimos caminantes del misterioso camino y estamos seguros de querer seguirlo.

            La segunda etapa

Luego de la práctica diaria de aquellas actividades que hemos sido capaces de aceptar, llegamos a un momento en que nos hemos dado cuenta que logramos sentirnos mejor luego de esa práctica y por lo tanto aceptamos continuar.

Así continuamos con nuestro trabajo diario, por más tiempo hasta que un día nuestro Ego comienza su guerra y nos dice: “No has logrado ningún avance”, pues el camino espiritual va en contra de los intereses del Ego y de allí en adelante será el verdadero enemigo de esta práctica.

El Ego busca siempre satisfacciones y resultados rápidos, no es el caso del camino espiritual, es más, en el plano espiritual aquellos pequeños logros alcanzados no dan un mensaje claro a nuestros sentidos y por ello, la mente al servicio del Ego argumentará muchas veces lo mismo, “no has logrado nada”.

Seguir adelante a pesar de la resistencia del Ego nos lleva al entendimiento que hay cosas dentro nuestro que debemos comenzar a trabajar para cambiar.

Si observas bien, comprenderás que no debes aceptar ninguna comparación con los demás, tu lucha contra los demás, es sólo un truco que te juega la mente para evadir tu conflicto interno.

De esa manera es lógico que usted elija lo que le resulta más adecuado para su forma de ser.

Iniciar un nuevo camino da miedo. Pero después de cada paso que recorremos nos damos cuenta de cómo era peligroso permanecer parados. Roberto Benigni

El secreto de la salud, mental y corporal, está en no lamentarse por el pasado, preocuparse por el futuro ni adelantarse a los problemas, sino vivir sabia y seriamente el ahora.                                                                                            Buda

Bien, has logrado continuar tu camino, ha pasado un tiempo que digamos casi todos los días has hecho tus prácticas. Es lógico que, a esa altura, has comprendido que debes hacer muchos pequeños cambios, ajustes en tu forma de vivir, eso te pone frente a una decisión, ¿aceptas el reto o abandonas? ¿Aceptas el desafío de irte transformando poco a poco en una nueva persona? En ese momento de duda, recuerda porqué iniciaste este camino.

Nadie te reclamará si abandonas tu camino de crecimiento espiritual, es decir ninguna otra persona, pero si lo hará tu Alma. Puede que muchas personas no crean eso y acepten los reclamos de su Ego y vuelvan a perseguir sus metas mundanas, pero tarde o temprano la vida se irá volviendo cada vez más opaca, cada vez más depresiva y la soledad será tu única verdadera y sufrida compañía.

Y si has sido capaz de tener la valentía de seguir, muy bien, en ese caso te diré que, nadie te apuntará en qué debes cambiar, eso es algo personal y sólo tú sabrás qué debes cambiar, eso sí, si no cambias nada no podrás avanzar en tu camino espiritual, por algo muy sencillo no puedes esperar resultados distintos haciendo siempre lo mismo.

Entonces, si no observas tu realidad de hoy, no las ves. Si no sueñas tu nueva realidad, no das posibilidad de crearla. Si no empiezas y no cambias, no avanzas, no lograrás subir el pequeño escalón que tienes delante.

El mundo en el que vivimos es el que creamos, y creamos el mundo que somos.

Finalmente, aceptas cambiar aquellas cosas que tú mismo has comprendido que eran tus barreras internas, sigues tu camino trabajando para cambiar, día a día, poco a poco, no hay ningún apuro es tu tiempo, respétalo, disfruta ese desafío, pues es el más importante de todos, mejorarte y lograr alcanzar ser aquella persona mejor que tú mismo imaginaste.

Sucederá que luego de un tiempo, de alguna manera el rumbo hacia dónde caminar comienza a no ser tan evidente y entonces, el caminante busca referencias.

Referencias, Notas, artículos, comentarios, consejos hay muchos.

De nada sirve leer y aprender sobre Metafísica, Religiones, Meditación o Yoga, si luego no aplicamos lo leído en nuestra vida diaria. Por otro lado, en el camino espiritual no hay problema en probar alternativas válidas, pues si no sirven para quien la practica, no habrá problema de dejar de lado eso. Puede que algo se deje por un tiempo para volver después o simplemente esa actividad a la persona no le ayuda, no hay ninguna actividad o práctica obligatoria para un camino espiritual.

En cuanto a valores y virtudes, pues sí, por allí hay que trabajar y serán desafíos en los cuales habrá que mejorar para seguir adelante. Si usted desea más detalles le recomiendo leer mi artículo número 11, del 10/07/2011 “Virtudes y defectos”.

Quiero aclarar que no pretendo decir que por ejemplo usted nunca más se enoje, sino que aprenda cómo hacer para enojarse cada vez menos, el enojo o la ira siempre está asociada al orgullo o sea al Ego. Lo importante entonces es mejorar sus cualidades y acercarse paso a paso a que sean virtudes y al mismo tiempo controlar y reducir cada vez más sus defectos o malos hábitos.

Trabajar en mejorar esos valores y virtudes es una tarea dura, pero es posible, día a día, sin prisa, con Voluntad y trabajo se logra.

El primer premio a tu trabajo será ver que con el paso de los días usted podrá ver cómo poco a poco su realidad va cambiando y mejorando.

Una de las leyes universales dice que recibimos lo que damos: si damos lo mejor de nosotros, recibiremos también lo mejor de otros, si damos Amor recibimos Amor. Es cierto que algunas veces parece no ser así, pero en esos casos, es porque hay una enseñanza muy importante en esa situación y eso es tema para otro artículo.

Entonces, si hemos logrado mejorar nuestra forma de ser, comenzaremos a atraer nuevas personas que también están en ese camino de sanación interior, pues lo positivo atrae lo positivo. O sea, si elevamos nuestra Energía al haber logrado cambiar nuestro comportamiento, la gente que comience a acercarse será también de un nivel de Energía más elevado. Así, las circunstancias de nuestra vida diaria irán cambiando y de esa forma comprobaremos que nuestro largo esfuerzo vale la pena.

Sin embargo, en este punto, no busco que usted me crea, sólo porque lo escribo aquí, lo invito a que se dé una hermosa oportunidad en su vida y realice este trabajo diario, por lo menos unos tres meses y luego usted mismo agradecerá su propio esfuerzo con una vida mejor.

            Tercera etapa            

¡Felicitaciones usted ha sostenido su esfuerzo! Ha logrado mejorar sus actitudes, algunas las abandonó y sustituyó por otras nuevas, otras aún están en proceso de cambio. Quizás sólo pudo cambiar las más fáciles de soltar, quizás aún falte más aún, pero ya a esta altura de su camino le ha quedado en claro que el esfuerzo sostenido devuelve más paz y bienestar.

No importa todo lo que falte, pues usted ha logrado comprender su meta, sanar y entonces se hace fácil saber hacia dónde trabajar.

Así pasará más tiempo, la primera parte de esta tercera etapa hasta que en algún momento usted se encuentra en la situación que aún mantiene viejos malos hábitos y nuevamente se enfrenta a la decisión de luchar más duro aún para quitárselos de encima, para eso terminar siendo en cierta forma una nueva persona. ¿Acepta el reto? Le recuerdo que ese reto es suyo, es íntimo, es muy personal, sólo usted sabe a qué se enfrenta, sólo usted sabe cuánto vale cambiar o no.

En este punto usted se encuentra en algo así como un portal, en el cual la llave para abrirlo está en su interior, la encontrará dentro de los rincones de su Ser una vez que haya sanado lo suficiente.

Y de pronto, un día usted abrió ese portal y luego de unos pocos pasos se encontrará con la sorpresa que no sabe cómo seguir. Sucederá que aquellas prácticas diarias que venían dando resultados comprobables parecen a partir de allí no resultar.

¿Por qué? Porque realmente ha entrado en el verdadero camino espiritual, es decir un plano que no tiene nada que ver con lo que nuestros sentidos, vista, oído, tacto… pueden mostrarnos, entonces a partir de ese momento usted deberá comenzar a guiarse por una nueva brújula.

La brújula que les ofrezco ahora es esta:

Alarmas que recibes si tu camino es errado

1.    Continuar adelante te consume unas energías desmedidas.

2.    Tu visión del camino que sigues se enfoca solo en el paso inmediato que quieres dar y dejas de mirar todo el entorno.

3.    Tienes frecuentes disconformidades con todo, te enojas fácilmente.

4.    Se cruza constantemente por tu mente que los demás son quienes complican tu avance. Los conflictos de otros te afectan y son una excusa que te das por tu demora en tu camino.

5.    No aceptas consejos, te molestan.

6.    También se generan conflictos contigo a los cuales te parece que no los buscaste.

Las etapas que has avanzado en tu camino no te producen ni alegría ni paz, sino más preocupación y ansiedad. No consigues darle valor o utilidad a lo logrado.

7.    En tus relaciones parece como que los demás hablan en otro idioma, sus temas no te interesan y los otros no prestan interés a tus preocupaciones.

8.    Analizas todo, comparas, hasta lo poco que has logrado es revisado.

9.    Cuesta decidir y cuando lo haces lo juzgas.

1   Cuando más insistes en avanzar, más cansado y más molesto te sientes y el pensamiento en volver atrás comienza a ser dominante.

Señales de que estas en el camino correcto:

·         Has terminado de juzgarte o culparte por tus fallas, y vives con más paz y alegría aún sin haber un motivo evidente.

·         Has ganado la capacidad para disfrutar cada momento, aun los más simples momentos. Tienes una tendencia a dejar que las cosas fluyan.

·         Ya no vives recordando tu pasado y dejaste de preocuparte por futuros probables.

·         Has logrado perder de interés en: juzgar a los demás o interpretar las acciones de los demás

·         No te interesan los conflictos ni las discusiones, tampoco conversaciones de temas negativos, pero te fascinan las conversaciones que hablan de aprendizajes, de cosas espirituales.

·         Te importan más los temas de la Naturaleza y su cuidado.

·         Tienes una mejor conexión con los otros, eres más receptivo a la energía y el Alma de los demás. Captas con más facilidad el verdadero estado interior de las otras personas en vez de juzgarlos por tus cinco sentidos.

·         Aprendiste a valorar tus momentos de angustia, pues sabes que en ellos siempre hay una importante enseñanza.

Bueno, eso digamos es algo así como una brújula, quizás muchas veces parezca no ser suficiente, sin embargo, mi consejo es… continúa caminando, sin temor.

Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto, que me permita ponerles remedio.                                                  Mahatma Gandhi

No se trata de acumular algo para obtener algo (más) sino de vaciarte de todo. Jeevan Mukti

Cuando nos encontremos con resistencias espirituales, cuando parezca que no avanzamos, es el momento de comenzar a rezar, de aceptar nuestra ignorancia y pedir ayuda y asistencia al gran creador, a Dios. Pero no haciéndolo como el que busca mejor suerte, sino como el que busca nuevas fuerzas en El.

Para aquel que busca hacia dónde ir en el plano espiritual, deberás aceptar que cada día, en cada paso avanzado, recién entonces comprenderás hacia donde continuar. Además, no hay nada que se pueda encontrar, no hay nada que nos pueda ser dado, no hay nada que pueda entenderse con la mente de este mundo.

Sin embargo, eso no es para desalentarse, la verdadera realización ocurre por sí misma, la evolución y transmutación del Ser del valiente caminante espiritual llega poco a poco, aún, aunque no la sienten nuestros sentidos.

No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado, para darte cuenta de cuánto has cambiado tú.                                                                                          Nelson Mandela

 

            Cuarta Etapa

Me ha sucedido muchas veces, caer en la desesperación, sentirme derrotado. Mi Ego insiste en hacerme sentir que no avanzo, mis pensamientos quedan rondando esa imagen de pesadumbre y me veo hundido en un pozo.

Una y otra vez he llegado a la misma conclusión, el problema no es tocar fondo... sino quedarse allí.

Esta vida es una cadena de cosas que debemos aprender, cuando empecinados no acertamos caminar hacia el camino correcto, terminamos en un pozo, y justamente es cuando estamos en el fondo del pozo, cuando lo único que debemos hacer es levantar nuestra cabeza hacia arriba y ver la Luz que nos muestra la salida.

Deseo agregar algunas viejas reflexiones, pues creo que todas ellas juntas ayudarán a aclarar este tema:

·    La causa de nuestra infelicidad, de nuestra angustia, no es la situación que nos llevó allí, sino anclarse en pensar sólo en lo que ella nos hace sentir. Para salir de ese fondo, debes ser consciente de los pensamientos que estás pensando. Sepáralos de la situación, intenta observar desde una perspectiva más impersonal y si puedes obsérvate a ti mismo, entonces comprenderás qué debes cambiar, hazlo y saldrás de ahí.

  • Debemos enfrentar cada problema, cada obstáculo, cada caída, cada error, cada dolor y cada miedo, porque, no se puede avanzar, ni encontrar paz evitando las lecciones de la vida. Estamos en esta vida para aprender qué cambiar y eso es lo que debemos hacer para seguir adelante o de lo contrario estamos destinados a repetir las situaciones, hasta que cambiemos.
  • Sanar, no significa que el sufrimiento nunca existió. Significa que esa experiencia y ese dolor ya no controla nuestra vida. El pasado fue aquello que generó quien es uno Hoy, todo lo vivido nos dio enseñanzas, quédate con ellas y deja el pasado donde está.

 ·         Resistir es una falla de la mente, es una defensa del Ego. No vivimos para ganar o vencer, vivimos para aprender. Entonces, debemos aprender a elegir cuales batallas pelear, a veces, tener paz es mejor que tener la razón.

 ·       No esperes que por estar en un camino espiritual todas las cosas mejoren. La vida siempre será complicada. Así debe ser, pues de lo contrario, ¿qué aprenderías? ¿Cómo evolucionarías sin experiencias?

 ·         Me gusta la calma que me da el tiempo, porque lo que un día sentí como una terrible tormenta, hoy lo veo simplemente como un viento señalándome el mejor camino.

Razones del sufrimiento según el Budismo:

·         Querer controlarlo todo.

·         Desear que las cosas sean como tú quieres y no como son en realidad.

·         Aferrarte a lo que no puede ser.

·         Desear que el pasado sea diferente.

·         Querer que otros sean como tú quieres que sean.

·         No aceptarte cómo eres en todo momento, en resumen, vivir en tu mente y perderte del presente.

En todos los puntos del viaje humano advertimos que, para avanzar, tenemos que soltar cosas, y soltar cosas significa morir un poco. En ese proceso nos recreamos, nos re despertamos a la conciencia de la fuente de nuestro ser.                        K.R. Fisher

El verdadero conocimiento sólo puede venir cuando todos los conceptos posibles han sido abandonados, y sólo puede venir de dentro.                                       Nisargadatta Maharaj

Tu cuerpo es tu templo, manténlo puro y limpio para el Alma que vive ahí.                                                                                                                    Prov árabe

 ·       Cuando nuestra conciencia está en calma, logrando dejar nuestra mente vagar libre con sus pensamientos, y podemos ser sólo un tranquilo observador, así todo el ruido se apaga y es posible escuchar la melodía del Alma. Dentro de cada uno de nosotros existe un silencio y cuando vivimos ese silencio, recordamos quienes somos.

 ·         Realizar varios sonidos armónicos consecutivos generan música, la reiteración de trabajos armónicos con nuestra Alma produce el milagro de la transmutación de nuestro Ser.

Termino con esta etapa con esta bella y sencilla oración:

Señor, te pido que me des lo que Tú sabes que necesito, no lo que yo creo que necesito. Ayúdame a tener Fe en Ti y tener fuerza y voluntad para continuar mi camino hacia tu Luz.


            Quinta Etapa

Debes ir y sentarte dentro de la cueva de tu propio corazón. Cuando puedas soportar tu propio vacío, eres libre.                                                                                                  Mooji

Vivir una vida espiritual significa trabajar y esforzarse cada día.

Quien ha logrado alcanzar esta etapa, seguramente habrá trabajado muy duro, es casi seguro que también haya sufrido mucho, principalmente con su lucha interior.

¿Es acaso el camino espiritual un camino de sufrimiento? No, para nada, el sufrimiento se debe a toda la dificultad que normalmente tenemos en aceptar lo que debemos cambiar, de parar de hacer lo que ya no debemos hacer nunca más.

Es normal también que la mayoría de los seres humanos aprenden por el camino del sufrimiento, entonces si no hubieras sufrido como has sufrido, no habrías hecho sacudir los cimientos de tu propia forma de Ser. Como he dicho antes, es en el fondo del pozo donde es más fácil ver dónde está la Luz y entonces aceptando a cambiar el rumbo errado caminar hacia ella y salir.

Sólo unos pocos seres, contados con los dedos de la mano aprenden rápidamente y sin sufrimiento, no tienes porqué ser uno de ellos, de cualquier manera, aún sufriendo puedes llegar a la iluminación.

Quizás a través del sufrimiento es que podemos llegar a una vibración más alta. Es así que luego de pasar por fuertes períodos de lucha es cuando se gana profundidad como ser humano, es cuando se aprende a ser humilde, es cuando se aprende a tener compasión de aquellos que aún sufren, pues tú ya lo has pasado.

El sufrimiento rompe los cimientos, las estructuras y los convencimientos del Ego, entonces se sufre hasta que llega un momento en que el sufrimiento ya ha cumplido su propósito. Una vez que se ha aprendido la lección de la experiencia, el sufrimiento es innecesario, siempre que se acepte hacer el cambio interno que lo evita.                                              

Aceptar el gran trabajo de meditar para aprender la esencia de la vida, para descubrir las grandes verdades, es aceptar cuestionar sobre la totalidad de la propia vida, lleva al esfuerzo de observarla completamente hasta el fin, hasta comprender nuestra esencia. Y después no permitirse pensar que es demasiado difícil el cambio que se debe hacer, sino comenzar a trabajar sin pausa, pero sin desesperación, día a día, paso a paso, para ir logrando cambiar todo lo necesario.

Nada es demasiado difícil si se ve la necesidad de hacerlo y queremos hacerlo. Muchos pequeños cambios y otros tantos muchos pequeños pasos llevan a un mejor lugar dentro de nuestro interior.

La palabra “difícil” nos bloquea la Voluntad y sin voluntad no se sostiene el compromiso, 

            El trabajo espiritual nunca queda sin resultados.

En esta etapa avanzada del camino espiritual el compromiso exige que varias veces al día, aunque sea un momento o unos minutos, se debe tratar de encontrar dentro de uno mismo el punto de equilibrio, el centro divino. Este trabajo espiritual es, muchas veces, la única riqueza que se posee.

Para avanzar el camino espiritual en esta etapa es necesario revisar todos los días nuestros conceptos, nuestras ideas, nuestros convencimientos, nuestras necesidades, nuestra relación con la vida.

Cada día, al acostarse es muy importante repasar el día transcurrido, si hay energías aún, planificar el trabajo del día siguiente. No aconsejo meditar al final del día pues el cansancio vencerá, pero si, antes de dormir hacer unas oraciones.

Mientras vivimos en este mundo, estamos obligados a realizar tareas, hablar con toda variedad de personas, visitar diferentes lugares, que influyen y nos empujan a salir de nuestra armonía con tanto esfuerzo lograda.

Por las preocupaciones del diario vivir o sobrevivir en un mundo difícil, nuestra vida tiende a tomar una dirección que nos aleja cada vez más de nuestro deber. Pero no por ello piense irse a vivir lejos de todo, y transformarse en un ermitaño recluido en un templo.

Enfrentar a los desafíos del diario vivir es justamente la mejor manera en que usted recibirá las advertencias de qué es lo que aún no ha logrado sanar. Además permite ver de qué manera el mundo exterior afecta su conexión con su Templo interior, cosa que un ermitaño no tendría, entonces esas advertencias le ayudan a apuntar en qué trabajar.

Todos estamos obligados a caminar una parte del día en este desafiante mundo, pero al mismo tiempo debemos ser conscientes que estaremos sobre la Tierra poco tiempo, que tendremos que dejar aquí todas nuestras adquisiciones materiales, así como nuestros títulos y nuestra posición social.

Esto todos lo sabemos, pero es tan común olvidarlo, porque tan fácilmente nos dejamos arrastrar por la influencia de aquellos con quienes hablamos cada día, y los ejemplos que vemos a nuestro alrededor.

Por eso es indispensable hacer de vez en cuando una pausa para observar nuestro comportamiento de los últimos días, es muy bueno en el fin de semana reservar un tiempo para analizar la dirección que estamos tomando, observar las actividades en las que estamos involucrados y sobre todo aquellas que permitimos ser llevados a ellas no siendo parte de nuestros planes meditados.  En ese repaso reflexionar para ver que es esencial y que es aceptable para nuestro camino espiritual y el resto buscar cómo salir de ello.

Es importante planificar durante el año hacer al menos dos veces, uno o varios días de retiro. La gran ventaja de un retiro es que en un lugar de paz es más fácil realizar revisiones profundas del camino andado en las últimas semanas o meses.

Allí meditar todo lo posible intentando observar los errores cometidos y poder, así buscar formas para evitar repetirlos.

La Evolución, que siempre es un proceso individual, es progresiva y requiere trabajo. Una persona no abandona todas sus creencias, sus hábitos y sus costumbres sólo por comprender que hacerlo sería positivo para ella.

    Ser consciente en todo momento, obrar adecuadamente y sin fallas no es fácil, tampoco         imposible

A veces obtenemos victorias parciales, por ejemplo, hemos contenido por un tiempo nuestros errores comunes, o hemos mantenido nuestra conciencia conectada en forma constante a determinadas virtudes.

Es aconsejable trabajar para lograr esas pequeñas metas accesibles en vez de sufrir por alcanzar aquellas metas superiores que pueden poner una dura prueba a nuestra voluntad.

Es interesante tener en cuenta que, si logramos tener una voluntad firme de trabajar todos nuestros días y así dar muchos pequeños pasos, un día terminaremos llegando a la meta tan deseada, sin embargo, siendo humildes podemos ver mientras tanto que cada paso es en sí mismo una meta, pues, aunque sea un pequeño paso el logro es, sostenernos caminando.

Otra cosa importante es que cuando comprendemos que debemos hacer algo ahora mismo para salir de una situación, no debemos buscar el camino más fácil, sino caminar por el sendero más adecuado pues ese es el que nos templará el espíritu y dejará las enseñanzas más valiosas.

Es normal que la gente viva con miedo por la llegada de momentos difíciles, sin querer ver ni comprender la gran riqueza y profundidad que se esconden en todas las dificultades.

Es cierto que duro es el camino para alcanzar un estado superior, pero muy fácil y rápido caer varios escalones de él.

Como he dicho, nuestro Ego tiene objetivos totalmente opuestos al camino espiritual. El Ego busca satisfacer sus deseos y sólo ellos, y además que todo sea rápidamente resuelto a su favor. Por eso, cuando sufrimos o estamos tristes queremos que la situación acabe pronto, mientras que si somos felices queremos que ella dure mucho tiempo, lo más posible.

Pero si en vez de ver las cosas con los ojos del Ego, los vemos con los ojos del Alma, comprenderemos que nuestro camino en la vida atravesará muchas veces lugares difíciles y dolorosos. Es un hecho que cuando en nuestra vida experimentamos tiempos fáciles y agradables, el Ego nos lleva a estar “dormidos” llevándonos a no mirar más allá del próximo momento, pero en realidad los momentos alegres y fáciles son aquellos que no van a aportarnos ningún enriquecimiento interior, sólo sirven para descansar nuestro cuerpo.

Pues bien, podemos aceptar un pequeño descanso, pero luego debemos continuar nuestro camino de crecimiento. Porque permanecer dormidos en la vida solamente nos debilita y aleja de la verdad y el propósito del camino elegido con tanto esfuerzo.

Y cuando nuestro camino nos llevó a una situación dura, no debemos buscar escapar lo más rápido posible de ella, sino, antes que nada, analizar profundamente todos los acontecimientos y todas nuestras últimas acciones y decisiones que nos llevaron a ese lugar o esa situación, y hasta que no comprendamos cada una de ellas y cuál es la lección que nos está mostrando no nos movamos de ahí, pues de lo contrario la situación se repetirá pronto.

Es realmente importante observar con sinceridad y profundidad nuestras dificultades, para poder trabajar en ellas. Entonces, ver, comprender y asimilar todo el conocimiento que se nos ofrece a través de esas situaciones duras y cuáles son nuestras viejas costumbres y reacciones automáticas que debemos sanar.

La misteriosa incertidumbre del camino espiritual enriquece, pues, ¿qué sería si tuviésemos certeza de cada uno de los pasos que debemos cumplir? Si al transitar en él, todo fuese viento a favor, incluso recibiendo cada tanto ayuda de otros, pues es claro, aprenderíamos muy poco y al no haber retos y tropezones no templaríamos nuestro espíritu y por lo tanto sería muy poca la transmutación de nuestro Ser.

A que, es mejor dejarnos de buscar seguir un ideal para llegar a un final feliz, porque si nuestra voluntad depende del cumplimiento de metas, entonces nuestra Fe y nuestro camino espiritual dependerá de logros que nuestra mente acepte como tales.

Teniendo presente que eso lo juzga nuestro Ego por lo tanto estamos persiguiendo sus ilusiones y deseos. La búsqueda de algo indica que somos egoístas. ¿Qué sentido tiene perseguir resultados de los cuales no somos capaces con nuestra mente mundana comprender si son válidos o no?

Si buscamos algún fin concreto, condicionamos nuestras acciones y hace que éstas tengan sentido si conseguimos o no lo que buscamos. Es decir, nos estamos moviendo por nuestro interés y no por nuestro trabajo espiritual en sí.

Dicho de otra manera, si pensamos que debemos conquistar una meta concreta que nuestra mente determinó, entonces comenzaremos a seguir nuestro camino espiritual guiados hacia algo que es ajeno al mundo espiritual. Entonces estamos motivados por un interés mundano, y además estamos enfocados en nuestras acciones visibles, por lo tanto, estamos en un camino muy distinto al espiritual. Una vez más estaremos persiguiendo ilusiones.

Y si, de alguna manera la meta elegida es algo que nuestra mente eligió dentro de posibles metas espirituales, aún suponiendo que fuera una meta válida espiritualmente, acaso ¿es nuestra Mente-Ego un juez adecuado para elegir qué meta es la correcta? Y además, ¿desde cuando nuestra mente tiene certeza de cuál es el camino espiritual más acertado a seguir?

Lo que verdaderamente tiene importancia en un camino espiritual son las meditaciones o plegarias y oraciones o nuestros trabajos diarios, es un error hacerlos tras la conquista de una meta final.

Cualquier meta o estado superior de nuestro Ser, si es que hay alguno que en esta vida podamos alcanzar, sólo se podrá alcanzar por las acciones de cada día.

Para alcanzar conseguir cualquier pequeña evolución interior que nos hemos propuesto, como para simplemente mantenernos avanzando hacia la Gran Luz del Universo o de Dios lo que debemos hacer, es ser, unos humildes trabajadores de cada día, con absoluta sinceridad hacia nosotros mismos, con Fe y voluntad constante.

Libres y despreocupados de alcanzar algo, y así esforzándonos en ese camino humilde y sincero podemos estar absolutamente convencidos que llegaremos a donde nuestro espíritu anhela llegar... a la Luz.