Bolivar, Amigo mío, leí con gran atención tu mensaje “el saboteador”, donde has mencionado ese gran problema que
tenemos todos más o menos multiplicado…
Hay gente que pasa toda su vida sin darse cuenta del
saboteador, pues por su propia forma de vida no le preocupa nunca ponerse a
realizar introspecciones y entonces no logra separar sus distintas líneas de
pensamientos.
Otras personas, si dedican de vez en cuando esas búsquedas
interiores, esos largos razonamientos a solas y suelen abandonarlas porque los
saboteadores internos son más fuertes e insistentes que su propia mente
superior y eso es porque ese jefe está desentrenado. Y eso sucede por causa del
saboteador que tu mencionas tirando piedras en el camino:
- “no vale la pena estas búsquedas interiores”…
- ”cuídate de todos los enemigos que te rodean eso si es importante”…
- “trabajas todo el día y ahora que puedes descansar te pones a complicar con estas tonterías”…
- “hay cantidad de problemas en la casa, en el trabajo, de deudas, etc. que resolver antes que perder el tiempo en esto, que jamás te dio algo positivo”,
- “Dios no existe, la Fe es una pérdida de tiempo”, “hay tantas cosas más reconfortantes y más rápidas que la espiritualidad”
Muchos otros entran en un periodo de introspección luego
de haber sufrido un duro tropezón en su vida y entonces lo hacen en la peor de
las condiciones porque su propio espíritu está lastimado, su autoestima baja,
su voluntad destruida y si llega a avanzar con esa carga lo espera el saboteador.
Pero no trabajar en uno mismo es abandono, y será como
una quinta que se llenará de yuyos y será cada vez peor, volver al Orden.
No me ha funcionado la actitud de esperar que el saboteador se
aburra y luego me deje pensar y trabajar en mí situación interior, porque el saboteador sabe que ese trabajo es una amenaza a su existencia.
Sucede que algunos tienen la mala suerte que en su
interior tienen todo un grupo subversivo, varios saboteadores que no compiten
entre ellos… sino que se alternan para confabular en contra de todo esfuerzo
que nuestra mente superior intenta lograr.
Hay actitudes mentales comunes que desmotivan: compararse con otros, pensar en la cantidad de
intentos fallidos, aceptar como inalcanzables todo tipo de metas espirituales,
dejarse caer en la impotencia, resignarse a lo que soy y no seré mejor.
El Saboteador no deja de estar presente y tirar abajo todo intento de poner Orden, Rumbo y Luz a nuestra vida.
Más sufrido aún
en todos aquellos que hemos insistido hace muchos años en avanzar en el mundo
espiritual, y dado que eso va en contra de los intereses del mundo subversivo
interno que, o busca el conformismo o la comodidad de no esforzarse por nada o
buscar todo tipo de satisfacciones momentáneas.
Las piedras comunes del sabotaje a la meditación son
- “no lo lograré nunca”,
- “años esforzándome y siempre estoy igual”,
- ”yo no importo”,
- “si Dios o los ángeles no me ayudan jamás avanzaré”.
Es más fácil otros objetivos que el espiritual, si la Fe no tiene cimientos. entonces un saboteador que socava cualquier tipo de Fe o esperanza espiritual, bloqueará la motivación.
El saboteador interno de quienes han logrado avanzar unos
cuantos pasos en su camino espiritual, es aún más fuerte pues es también más
entrenado, el trata de sobrevivir manteniendo nuestro estilo de vida del diario
vivir, conoce nuestras debilidades muy bien, sabe serruchar el piso de nuestra intención,
sabe herir nuestros sentimientos, dispara nuestras emociones para bloquear y
zafar de nuestra búsqueda superior.
Se hace difícil combatir a ese enemigo y
quedar todavía con energía para luego de callarlos a todos, buscar el camino
correcto a seguir.
Pero es así, quien quiere encontrar donde está la luz
espiritual que nos lleva a un plano superior, debe primero vencer a todos los
personajes saboteadores internos, y entender que nada exterior es impedimento.
Entonces ni más ni menos que para estar en condiciones de largar la carrera
espiritual habrá que empezar con el gran entrenamiento de vencer a los rivales
internos.
Y cada vez que se doblen las rodillas, recobrar la faz positiva reafirmando
con nuestra voluntad el gran objetivo de nuestra vida, ser mejores, trascender
hacia un plano de existencia mejor, pero no respecto a los demás, sino hacia
una mejor expresión de uno mismo.
Si bien es cierto que los saboteadores son habilidosos e
insistentes, machacones, eso es así porque nuestra mente superior los alimentó
desde nuestra infancia, fue como criar hijos mañeros y mal educados, falta de firmeza,
falta de auto motivación, falta de un objetivo o meta clara cosa que, daría
fuerzas suficientes para vencer esos enemigos interiores.
En una forma práctica para motivarse es esta:
- si hemos luchado toda una vida, yendo para delante y nuevamente atrás por problemas que nosotros mismos nos provocamos,
- si constantemente sentimos un vacío en la vida que no podemos llenar,
- si los problemas suelen repetirse insistentemente.
¿Qué es lo que provoca eso?
Los saboteadores internos, podría decirlo de otra forma, distintos perfiles del Ego.
Esos perfiles de nuestra mente
ganan y quien sufre es nuestro ser superior, pero por falta de disciplina,
esfuerzo y motivación se deja vencer, cambiando introspección por “bueno voy a
dormir, otro día será”
Tanto a ti te ha sucedido el tema de pensar en que tu
saboteador busca expresarse exteriormente o que es tu conciencia quiera dejar
trascenderla para curarla. En mi vida personal ese saboteador me ha hecho
perder amistades, pero peor que eso me ha llevado a perder mis dos últimas
parejas… Y así pasa a tantos, que se dan cuenta de los sabotajes no por quien
los hizo (uno mismo) sino por los tristes resultados.
Pero bien, es tiempo aún
para identificarlos, aprender sus mañas y combatirlos cada vez con más firmeza
y convicción. Entonces si visualizamos la meta verdadera, ser mejores que
nosotros mismos, no volver a caer en los mismos pozos, si el rival es uno
mismo, si tenemos perfiles de nuestra personalidad que nos dañan, quien los
vencerá es nuestra mente superior, nuestra disciplina y nuestra motivación.
Un gran abrazo amigo mío, gracias por tu inspiración…