Hoy quiero compartir estos preceptos, a mi entender buenos para aquel que lucha por avanzar en su sendero de crecimiento espiritual.
- · No vivas en la persecución de bienes, se libre de espíritu y de cosas.
- · No camines comparando tu avance con el de otros.
- · Intenta siempre guiarte por la voz de tu alma y los mejores sentimientos de tu corazón.
- · Se fuerte para luchar, paciente para esperar, usa tu alma para decidir qué hacer.
- · Busca refugio diario en el Templo de tu silencio interior.
- · Respeta la individualidad de cada persona sin importar quién esté más acertado.
- · Cuida tus palabras y expresiones, si no puedes hacer el bien es preferible no hacer ni decir nada.
- · En esta vida las únicas dos cosas importantes son, aprender a amar y acumular sabiduría.
- · Haz el esfuerzo diario por ser mejor que tú mismo teniendo en cuenta lo anterior.
El camino del buen destino puede seguirse cuando el caminante es libre como ser único, sin depender del rumbo de otras personas y tampoco de la necesidad de cosas materiales.
No hay competencia para tu crecimiento espiritual, cada uno tiene su karma por superar y sus capacidades personales para enfrentar su sendero, no es útil compararse con otros pues cada camino es único.
Nunca te guíes por indicaciones de otros para decidir tu camino, los susurros del Alma son muy tenues para escucharlos, sólo los interpreta el corazón, si prestas oídos a otros o a tu Ego errarás tu camino.
La mente deberá ser educada con el tiempo a servir al corazón utilizando su inteligencia a su servicio.
Los logros importantes son aquellos que hay que sostener una lucha firme para alcanzarlos, pero sólo aquellos que puedes por ti mismo lograr, teniendo paciencia y sabiduría para dejar de lado luchas vanas y de ello te darás cuenta por los susurros de tu Alma.
En cada día el caminante debe buscar refugio en su silencio interior para encontrar sus propias verdades, comprender sus verdaderas necesidades y decidir el camino a seguir el próximo día.
Cada persona va por su camino personal, no es el tuyo, ni aquel seguirá el tuyo, solo debes estar dispuesto a dar lo mejor de ti a los demás cuando te lo piden, luego dejar que cada uno siga los pasos que su corazón le indique.
Por ello cuida mucho tus palabras, busca alcanzar la libertad de la crítica, no culpes jamás a los demás por tus carencias, ayuda si puedes y luego deja a los demás caminar.
De todas las cosas que harás en esta vida te traerán muchas cosas, serán tuyas temporalmente, luego tu Alma dejará este cuerpo para viajar a un plano superior, lo único que se llevará será el amor que cultivó y todo aquella sabiduría que atesoró.
Es un deber de cada individuo evolucionar, y por ello deberá siempre intentar ser mejor, que sí mismo, de esta forma podrá superar las lecciones que el Gran Espíritu le encomendó en esta vida.
Y así el día que termine tu pasaje por este mundo tendrás la paz de haber hecho tu mejor esfuerzo.
No quiero hoy extenderme en reflexiones sobre estos nueve preceptos, dejo a Ud. Lector que medite sobre ellos, espero de corazón que sean de utilidad.
Un abrazo sincero a todos, Paul Barbé