lunes, 1 de agosto de 2011

Consejos budistas

¿Qué harías si hoy llegara a tus manos un libro que te indicara los mejores pasos a seguir en tu futuro, que te indicara un camino adecuado para tí y que de seguirlo, tu progreso espiritual sería imparable?
¿Qué harías si te encontraras con un sabio maestro, que te invitara a acompañarlo en el camino de tu vida...¿lo seguirías? o te dirías a ti mismo, mejor
mañana... ahora no, quizás el año que viene...
La vida que cada uno tiene en un momento, es la vida que fue trazando, son los caminos que fue eligiendo para avanzar hacia distintas metas, cuando más metas
más conflictos, no es posible triunfar simultáneamente en la búsqueda de placeres, de riquezas, de búsqueda de sabiduría, de paz y de crecimiento espiritual.
Es aconsejable claro tener metas que no sean conflictivas entre sí, es aconsejable buscar metas que a la larga sean duraderas, es mucho más aconsejable una
meta que proporcione una tenue alegría para años que una gran alegría para tan sólo una semana.
Hoy quiero compartir algunas reflexiones de dos maestros budistas...

El maestro Nisargadatta sugiere "tu mismo eres tu último maestro. Tu maestro exterior no es más que una señal indicadora. Sólo el maestro interior seguirá contigo todo el camino"

El maestro budista vietnamita Thich Nhat Hanh. Habló de la “intercomunión” de todos los seres sintientes, es decir, no hay un yo separado de los demás sino que todos formamos parte del Universo en mutua interdependencia. 
Este maestro ha escrito catorce máximas o reglas budistas que todos deberíamos leer, meditar y aplicar en nuestras vidas; ojalá todos quienes la reciban la lean y relean periódicamente, ojalá esa persona hiciera lo posible para que llegara también a sus amigos más queridos. Cada una brinda compasión, tolerancia y coherencia. Sugiero que le dediquen unos minutos para leerlas con la mente y el corazón, seguramente después de ello estas máximas le sugerirán algún cambio a realizar en sus vidas.
1.- No idolatres ni te aferres a ninguna doctrina, teoría o ideología. Todo sistema filosófico guía tu pensamiento y ninguno de ellos es la verdad absoluta.
2.- Nunca pienses que el conocimiento que ahora posees es inmutable y absolutamente verdad. Evita ser intolerante o estar limitado a tus opiniones presentes.
Aprende y ejercítate en no estar aferrado a ellas para que puedas estar abierto a recibir de los demás. La verdad se fundamenta en la vida, no solo en el conocimiento conceptual. Disponte a estar aprendiendo durante toda la vida y a observar a un tiempo tu realidad y la del mundo.
3.- No fuerces jamás a los demás, incluidos los niños, a adoptar tus puntos de vista, sean estos los que sean, ni utilices para ello la autoridad, la
amenaza, el dinero, la publicidad o la educación. Usa en cambio el diálogo compasivo para ayudar a los demás a que renuncien a su fanatismo y a su estrechez de miras.
4.- No evites el contacto ni cierres los ojos ante los que sufren. No pierdas conciencia de la existencia del sufrimiento en la realidad mundial. Halla vías
para estar en contacto con los que sufren, por todos los medios.
5.- No acumules riquezas mientras millones de personas pasan hambre. No dirijas tu vida hacia los únicos propósitos de la fama, el lucro, la riqueza o los
placeres sensuales. Vive con sencillez y guarda tiempo, energía y recursos materiales para los que lo necesitan.
6.- No alimentes tu odio o tu ira. Aprende a penetrar en esos sentimientos y a transformarlos mientras todavía no son más que simientes en tu conciencia.
Concéntrate en tu respiración en cuanto aparezca el odio o la ira, comprenderás así su naturaleza y la de las personas que te lo han provocado.
7.- No te pierdas en rodeos y digresiones. Practica la respiración consciente para volver al presente y a lo que está ocurriendo en él. Manténte en contacto
con lo sano, refrescante y saludable que haya en ti y a tu alrededor. Siembra en tu ser las semillas de la alegría, la paz y la comprensión para facilitar la
labor de transformación en la profundidad de tu conciencia.
8.- No pronuncies palabras que puedan sembrar discordia y desunir a la comunidad. Haz los esfuerzos que sean precisos por reconciliar y resolver los
conflictos que se produzcan, por pequeños que sean.
9.- No cuentes cosas que no sean verdad para tu beneficio personal o para impresionar a los demás. No pronuncies palabras que provoquen divisiones y odios.  No propagues noticias que no sepas si son ciertas. No critiques o condenes cosas de las que no estás seguro. Di siempre la verdad y habla constructivamente. Ten la valentía de denunciar situaciones injustas incluso si con ello arriesgas tu seguridad.
10.- No utilices la comunidad religiosa para tu provecho o interés personal, o para transformarla en un partido político. Por el contrario, una comunidad
religiosa debe tomar una postura clara en contra de la opresión y la injusticia, y debe esforzarse en cambiar la situación sin entrar en conflictos
partidistas.
11.- No alimentes vocaciones perjudiciales para ti y para la Naturaleza. No inviertas en compañías que privan de los demás de su oportunidad de vivir. Escoge una vocación que te ayude a llevar a cabo tu ideal de compasión.
12.- No mates ni permitas que los otros lo hagan. Halla todos los medios posibles para proteger la vida y evitar la guerra.
13.- No poseas nada que pueda pertenecer a los demás. Respeta la propiedad ajena, pero evita que haya quien se enriquezca con el sufrimiento humano o de cualquier otro ser.
14.- No maltrates tu cuerpo. Aprende a tratarlo con respeto. No lo veas como un instrumento. Guarda tus energías vitales para la realización del Camino. Las manifestaciones sexuales no deberían ocurrir al margen del amor y del compromiso. Cuando mantengas relaciones sexuales, sé consciente del sufrimiento futuro que estas pueden ocasionar. Protege la felicidad de los demás respetando sus derechos y sus compromisos. Sé completamente consciente de la responsabilidad que implica traer nuevas vidas al mundo. Medita acerca del mundo al que vas a traer estas nuevas vidas.

Que la luz de Dios los bendiga, Paul Barbé