¿Cómo se ve a usted mismo hoy?
Muchas personas viven gran parte de su
vida buscando lograr cosas, buscando pasar lo mejor posible ahora mismo y en lo
posible los próximos días, y esa es su meta, pero… tarde o temprano sucede que
el mundo se rebela en su contra y ya no se logra pasar bien, resulta de pronto
incomprensible, ¿por qué todo aquello que daba alegría o bienestar parece ahora
ser insípido o frustrante?
Además, si el mundo está mal, o sea lo
que está fuera de uno mismo, sucederá al mismo tiempo que en la soledad no hay
un refugio seguro, pues como es afuera es adentro. Hay caos afuera, entonces
hay caos adentro.
Si una persona entiende la vida como
una oportunidad permanente para buscar y encontrar el placer o el bienestar. Si
considera que como está hoy está bien es porque intenta engañarse a sí mismo.
Aquella persona que no quiere trabajar
ni esforzarse en mejorarse a sí mismo, y no acepta la idea de hacer ningún
esfuerzo para ser consciente y obrar adecuadamente, con seguridad llegará ese
día donde nada parece estar bien, ni siquiera aquello que antes sí lo estaba.
Quien tiene siempre su mente en las
cosas de este mundo, aquel que se niega a pensar cuál deberá ser la finalidad
última por la cual ha sido creado, a considerar la existencia de su propia
Alma, tal persona se encuentra lejos del camino espiritual.
Llega un día en que dejamos de
negarnos a aceptar que hay otro plano de existencia que no es este mundo,
entonces todo lo hemos vivido hasta ese momento cambia de valor.
Es así que muchas personas un día
comienzan a cuestionarse todo, incluso que han hecho hasta ese presente.
Este mundo es una escuela y nuestro
camino en ella nos lleva a vivir muchas experiencias para que de ellas
aprendamos y cambiemos para ser mejores.
El camino espiritual es un proceso de
continuo aprendizaje, compromiso y trabajo diarios para ir logrando cambios
interiores que permitan seguir avanzando, al principio es como caminar en una
noche oscura, después parece ser como caminar en un día de niebla, incluso ya
más adelante es como caminar en un día de mucho sol o mucha luz donde es
difícil ver bien varios pasos adelante hacia dónde seguir. Sin embargo, a
medida que se avanza se va sintiendo una necesidad irresistible de seguir y
seguir hacia esa Luz que está allá lejos, y que sólo caminando hacia ella me
siento bien.
Pero bueno, lo que quiero ahora es describir desde mi
punto de vista las distintas etapas de ese misterioso camino espiritual, que es
diferente para cada persona.
El Camino Espiritual, si lo miramos de una manera
práctica, podría dividirse en etapas de compromiso.
Primera etapa
Los distintos motivos para empezar.
Hay muchas razones por las cuales miles y miles de
personas empiezan ese misterioso y tan comentado camino.
La mayoría de las personas que dan sus primeros pasos,
normalmente lo hacen porque alguien conocido lo convenció de hacerlo, o porque
a través de la lectura de libros o escuchando a otros despertó el interés en
realizar esa primera prueba.
Otros porque se cansaron de vivir persiguiendo metas
mundanas que requieren mucho esfuerzo y de las cuales luego de alcanzarlas comprende
que la alegría del logro era tan sólo una ilusión.
También están aquellos que se cansan de sentirse solos
aun estando acompañados, cansados de una vida vacía, cansados del estrés,
cansados de no encontrar nada que aliente a seguir adelante, entonces buscan
algo más permanente, el camino espiritual.
Algunos, sienten un día la necesidad de hacerlo, porque
de alguna manera comprenden y aceptan que allí está su salvación, estos pocos
son aquellos que no abandonarán nunca ese camino pues su necesidad interior fue
la chispa que los motivó y mantendrá su firme voluntad de continuar.
La última resistencia a entrar en ese camino es la falta
de Fe, y sin embargo algo atrae de ese camino.
Aquellos que aún están indecisos, que dudan si empezar o
no se preguntan:
¿Por qué quienes lo inician mantienen su esfuerzo a pesar
que parece ser sólo una ilusión?
¿Por qué personas que prácticamente no tienen nada en
este mundo viven satisfechos, sentados meditando o haciendo sus oraciones? Es
un misterio, la misma Fe es un misterio, pues prácticamente no existe nada
comprobable en este mundo que ayude a sostenerla, pero por otro lado vivir sin
Fe lleva a una vida vacía y de angustiante soledad.
Por ello el único requisito para realizar un camino
espiritual es tener Fe, una firme Fe que sostenga la Voluntad de seguir y
seguir, cada día hacia un camino que no es ni será nunca evidente para nuestros
5 sentidos.
Fe en que existe otro plano de existencia que no es este
mundo. ¿Será así? Bien, aun así… Sí, pues bien, ¿por qué no intentarlo? Acepto
el reto e inicio el misterioso y mágico camino hacia la Luz de Dios.
Los primeros pasos, sean cuales sean los motivos por los
que una persona decidió comenzar en ese camino desconocido, lo primero que debe
aceptar es la guía de otros para empezar esos primeros pasos.
Si fue aconsejado por personas conocidas que ya están en
su propio camino espiritual, seguramente esa persona intentará realizar las
mismas experiencias sugeridas por sus conocidos.
Si surgió por lectura de artículos, libros o
publicaciones de gente experimentada, también intentará seguir los consejos que
leyó, o lo que ha oído por distintos lugares.
Por cualquiera de esas situaciones, el que da sus
primeros pasos irá experimentando unas y otras sugerencias, algunas resultarán
buenas y otras no. De esa manera es lógico que elija lo que le resulta más
adecuado para su forma de ser.
A medida que los días pasan quien se inicia buscará cómo
incorporar nuevos hábitos de vida y hacer un espacio de tiempo en sus días para
meditar, orar o cantar.
Aparece entonces la primera dificultad, el camino
espiritual se hace día a día, entonces llega la primera decisión:
“Para que entre algo nuevo debe haber espacio, hay que
tirar algo viejo.”
Es decir, para esa práctica diaria habrá que encontrar un
espacio de tiempo en el diario vivir. Algunos se defenderán diciendo que no
tienen tiempo, pero no existe falta de tiempo, existe falta de interés. Porque
cuando alguien realmente quiere lograr algo, no se mira la dificultad, sino
alcanzar la meta y asumimos el desafío, así cada madrugada se vuelve una nueva
oportunidad, el resto del día el momento adecuado.
Los seres humanos están ahora enfrentados a una elección
vital: salir del camino de las masas, la presión de las redes sociales o
sucumbir junto a ella.
Si has sido capaz de darte cuenta que tu vida hasta hoy
es un sufrimiento constante, inevitable, un continuo caminar en la persecución
de una ilusión tras otra, o aceptas el reto del camino espiritual y te lanzas
con todas tus fuerzas a lograrlo o resígnate a continuar recreando el mismo
mundo, sufrir las mismas amenazas, sentir casi todos tus días, la misma
desconformidad con tu vida.
Piensa que la infelicidad no surge de las circunstancias
de tu vida, sino del condicionamiento de tu mente. Si has llegado a un momento
en tu vida en donde has comprendido que necesitas darte la oportunidad de
probar realmente si el camino espiritual es “tu salvación o no” pues hazlo
sinceramente, inténtalo realmente, haz un espacio en tu día por un tiempo razonable.
“La calidad de tu vida nunca sobrepasará la calidad de
tus pensamientos. Cambia tus pensamientos y cambiarás tu vida.”
Uno de los mejores sentimientos que
puede sentir una persona, es cuando se percibe que se puede ser perfectamente
feliz sin aquellas cosas que pensaba que necesitaba. Y yendo aún más lejos, la
vida en sí, es mucho más simple de lo que la gran mayoría piensa y
prácticamente necesitamos muy poco para ser felices, claro nuestro Ego no
piensa lo mismo.
Las amenazas que tu mente siente afuera
son simplemente un reflejo de los obstáculos que tú tienes dentro. Aceptar el
camino hacia la Luz que nuestra Alma necesita seguir lleva poco a poco a la
felicidad.
Volviendo, a los primeros pasos, esta primera etapa consiste
tan sólo en sostener el pequeño esfuerzo diario de realizar sus tareas
espirituales por digamos un mes.
Arriésguese, dedique entre 20 a 30
minutos de su día a recitar oraciones, o a intentar meditar, o a cantar
plegarias o mantras, no importa en sí cuál de ellas, simplemente las que a
usted le resulten útiles.
Entonces, usted va intentado muchas cosas, todas o la
mayoría de lo que le han sugerido, de lo que ha leído u oído y se va dando
cuenta que funciona y que no para su forma de ser, hoy.
Una vez conocidas las prácticas que sí funcionan en lo
personal, usted practica por digamos un mes, quizás un poco más.
Hasta que un día se comprende, de alguna manera
diferente, no por razonamiento sino por otra forma nueva de observar y sentir, que
hemos pasado a un nuevo estado en el camino espiritual.
Esta etapa es quizás la única en la cual es fácil darse
cuenta cuando la hemos pasado, nos sentimos caminantes del misterioso camino y
estamos seguros de querer seguirlo.
La segunda etapa
Luego de la práctica diaria de aquellas actividades que
hemos sido capaces de aceptar, llegamos a un momento en que nos hemos dado
cuenta que logramos sentirnos mejor luego de esa práctica y por lo tanto
aceptamos continuar.
Así continuamos con nuestro trabajo diario, por más
tiempo hasta que un día nuestro Ego comienza su guerra y nos dice: “No has
logrado ningún avance”, pues el camino espiritual va en contra de los intereses
del Ego y de allí en adelante será el verdadero enemigo de esta práctica.
El Ego busca siempre satisfacciones y resultados rápidos,
no es el caso del camino espiritual, es más, en el plano espiritual aquellos
pequeños logros alcanzados no dan un mensaje claro a nuestros sentidos y por
ello, la mente al servicio del Ego argumentará muchas veces lo mismo, “no has
logrado nada”.
Seguir adelante a pesar de la resistencia del Ego nos
lleva al entendimiento que hay cosas dentro nuestro que debemos comenzar a
trabajar para cambiar.
Si observas bien, comprenderás que no debes aceptar
ninguna comparación con los demás, tu lucha contra los demás, es sólo un truco
que te juega la mente para evadir tu conflicto interno.
De esa manera es lógico que usted elija lo que le resulta
más adecuado para su forma de ser.
Iniciar un nuevo
camino da miedo. Pero después de cada paso que recorremos nos damos cuenta de
cómo era peligroso permanecer parados. Roberto
Benigni
El secreto de la
salud, mental y corporal, está en no lamentarse por el pasado, preocuparse por
el futuro ni adelantarse a los problemas, sino vivir sabia y seriamente el
ahora. Buda
Bien, has logrado continuar tu camino, ha pasado un
tiempo que digamos casi todos los días has hecho tus prácticas. Es lógico que,
a esa altura, has comprendido que debes hacer muchos pequeños cambios, ajustes
en tu forma de vivir, eso te pone frente a una decisión, ¿aceptas el reto o
abandonas? ¿Aceptas el desafío de irte transformando poco a poco en una nueva
persona? En ese momento de duda, recuerda porqué iniciaste este camino.
Nadie te reclamará si abandonas tu camino de crecimiento
espiritual, es decir ninguna otra persona, pero si lo hará tu Alma. Puede que
muchas personas no crean eso y acepten los reclamos de su Ego y vuelvan a
perseguir sus metas mundanas, pero tarde o temprano la vida se irá volviendo
cada vez más opaca, cada vez más depresiva y la soledad será tu única verdadera
y sufrida compañía.
Y si has sido capaz de tener la valentía de seguir, muy
bien, en ese caso te diré que, nadie te apuntará en qué debes cambiar, eso es
algo personal y sólo tú sabrás qué debes cambiar, eso sí, si no cambias nada no
podrás avanzar en tu camino espiritual, por algo muy sencillo no puedes esperar
resultados distintos haciendo siempre lo mismo.
Entonces, si no observas tu realidad de hoy, no las ves.
Si no sueñas tu nueva realidad, no das posibilidad de crearla. Si no empiezas y
no cambias, no avanzas, no lograrás subir el pequeño escalón que tienes
delante.
El mundo en el que
vivimos es el que creamos, y creamos el mundo que somos.
Finalmente, aceptas cambiar aquellas cosas que tú mismo
has comprendido que eran tus barreras internas, sigues tu camino trabajando
para cambiar, día a día, poco a poco, no hay ningún apuro es tu tiempo,
respétalo, disfruta ese desafío, pues es el más importante de todos, mejorarte
y lograr alcanzar ser aquella persona mejor que tú mismo imaginaste.
Sucederá que luego de un tiempo, de alguna manera el
rumbo hacia dónde caminar comienza a no ser tan evidente y entonces, el
caminante busca referencias.
Referencias, Notas, artículos, comentarios, consejos hay
muchos.
De nada sirve leer y aprender sobre Metafísica, Religiones,
Meditación o Yoga, si luego no aplicamos lo leído en nuestra vida diaria. Por
otro lado, en el camino espiritual no hay problema en probar alternativas
válidas, pues si no sirven para quien la practica, no habrá problema de dejar
de lado eso. Puede que algo se deje por un tiempo para volver después o
simplemente esa actividad a la persona no le ayuda, no hay ninguna actividad o
práctica obligatoria para un camino espiritual.
En cuanto a valores y virtudes, pues sí, por allí hay que
trabajar y serán desafíos en los cuales habrá que mejorar para seguir adelante.
Si usted desea más detalles le recomiendo leer mi artículo número 11, del
10/07/2011 “Virtudes y defectos”.
Quiero aclarar que no pretendo decir que por ejemplo
usted nunca más se enoje, sino que aprenda cómo hacer para enojarse cada vez
menos, el enojo o la ira siempre está asociada al orgullo o sea al Ego. Lo
importante entonces es mejorar sus cualidades y acercarse paso a paso a que
sean virtudes y al mismo tiempo controlar y reducir cada vez más sus defectos o
malos hábitos.
Trabajar en mejorar esos valores y virtudes es una tarea
dura, pero es posible, día a día, sin prisa, con Voluntad y trabajo se logra.
El primer premio a tu trabajo será ver que con el paso de
los días usted podrá ver cómo poco a poco su realidad va cambiando y mejorando.
Una de las leyes universales dice que recibimos lo que
damos: si damos lo mejor de nosotros, recibiremos también lo mejor de otros, si
damos Amor recibimos Amor. Es cierto que algunas veces parece no ser así, pero
en esos casos, es porque hay una enseñanza muy importante en esa situación y
eso es tema para otro artículo.
Entonces, si hemos logrado mejorar nuestra forma de ser,
comenzaremos a atraer nuevas personas que también están en ese camino de
sanación interior, pues lo positivo atrae lo positivo. O sea, si elevamos
nuestra Energía al haber logrado cambiar nuestro comportamiento, la gente que comience
a acercarse será también de un nivel de Energía más elevado. Así, las
circunstancias de nuestra vida diaria irán cambiando y de esa forma
comprobaremos que nuestro largo esfuerzo vale la pena.
Sin embargo, en este punto, no busco que usted me crea,
sólo porque lo escribo aquí, lo invito a que se dé una hermosa oportunidad en
su vida y realice este trabajo diario, por lo menos unos tres meses y luego
usted mismo agradecerá su propio esfuerzo con una vida mejor.
Tercera
etapa
¡Felicitaciones usted ha sostenido su esfuerzo! Ha
logrado mejorar sus actitudes, algunas las abandonó y sustituyó por otras
nuevas, otras aún están en proceso de cambio. Quizás sólo pudo cambiar las más
fáciles de soltar, quizás aún falte más aún, pero ya a esta altura de su camino
le ha quedado en claro que el esfuerzo sostenido devuelve más paz y bienestar.
No importa todo lo que falte, pues usted ha logrado
comprender su meta, sanar y entonces se hace fácil saber hacia dónde trabajar.
Así pasará más tiempo, la primera parte de esta tercera
etapa hasta que en algún momento usted se encuentra en la situación que aún
mantiene viejos malos hábitos y nuevamente se enfrenta a la decisión de luchar
más duro aún para quitárselos de encima, para eso terminar siendo en cierta
forma una nueva persona. ¿Acepta el reto? Le recuerdo que ese reto es suyo, es
íntimo, es muy personal, sólo usted sabe a qué se enfrenta, sólo usted sabe
cuánto vale cambiar o no.
En este punto usted se encuentra en algo así como un
portal, en el cual la llave para abrirlo está en su interior, la encontrará
dentro de los rincones de su Ser una vez que haya sanado lo suficiente.
Y de pronto, un día usted abrió ese portal y luego de
unos pocos pasos se encontrará con la sorpresa que no sabe cómo seguir.
Sucederá que aquellas prácticas diarias que venían dando resultados
comprobables parecen a partir de allí no resultar.
¿Por qué? Porque realmente ha entrado en el verdadero
camino espiritual, es decir un plano que no tiene nada que ver con lo que
nuestros sentidos, vista, oído, tacto… pueden mostrarnos, entonces a partir de
ese momento usted deberá comenzar a guiarse por una nueva brújula.
La brújula que les ofrezco ahora es esta:
Alarmas que recibes si tu camino es errado
1.
Continuar
adelante te consume unas energías desmedidas.
2.
Tu
visión del camino que sigues se enfoca solo en el paso inmediato que quieres
dar y dejas de mirar todo el entorno.
3.
Tienes
frecuentes disconformidades con todo, te enojas fácilmente.
4.
Se
cruza constantemente por tu mente que los demás son quienes complican tu
avance. Los conflictos de otros te afectan y son una excusa que te das por tu
demora en tu camino.
5.
No
aceptas consejos, te molestan.
6.
También
se generan conflictos contigo a los cuales te parece que no los buscaste.
Las
etapas que has avanzado en tu camino no te producen ni alegría ni paz, sino más
preocupación y ansiedad. No consigues darle valor o utilidad a lo logrado.
7.
En
tus relaciones parece como que los demás hablan en otro idioma, sus temas no te
interesan y los otros no prestan interés a tus preocupaciones.
8.
Analizas
todo, comparas, hasta lo poco que has logrado es revisado.
9.
Cuesta
decidir y cuando lo haces lo juzgas.
1 Cuando más insistes en avanzar, más
cansado y más molesto te sientes y el pensamiento en volver atrás comienza a
ser dominante.
Señales de que estas en el camino correcto:
·
Has terminado de juzgarte o culparte por tus fallas, y
vives con más paz y alegría aún sin haber un motivo evidente.
·
Has ganado la capacidad para disfrutar cada momento, aun
los más simples momentos. Tienes una tendencia a dejar que las cosas fluyan.
·
Ya no vives recordando tu pasado y dejaste de preocuparte
por futuros probables.
·
Has logrado perder de interés en: juzgar a los demás o
interpretar las acciones de los demás
·
No te interesan los conflictos ni las discusiones,
tampoco conversaciones de temas negativos, pero te fascinan las conversaciones
que hablan de aprendizajes, de cosas espirituales.
·
Te importan más los temas de la Naturaleza y su cuidado.
·
Tienes una mejor conexión con los otros, eres más receptivo
a la energía y el Alma de los demás. Captas con más facilidad el verdadero
estado interior de las otras personas en vez de juzgarlos por tus cinco
sentidos.
·
Aprendiste a valorar tus momentos de angustia, pues sabes
que en ellos siempre hay una importante enseñanza.
Bueno, eso digamos es algo así como una brújula, quizás
muchas veces parezca no ser suficiente, sin embargo, mi consejo es… continúa
caminando, sin temor.
Puesto que yo soy
imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de
tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto, que me
permita ponerles remedio. Mahatma Gandhi
No se trata de
acumular algo para obtener algo (más) sino de vaciarte de todo. Jeevan Mukti
Cuando nos
encontremos con resistencias espirituales, cuando parezca que no avanzamos, es
el momento de comenzar a rezar, de aceptar nuestra ignorancia y pedir ayuda y
asistencia al gran creador, a Dios. Pero no haciéndolo como el que busca mejor
suerte, sino como el que busca nuevas fuerzas en El.
Para aquel que busca hacia dónde ir en el plano
espiritual, deberás aceptar que cada día, en cada paso avanzado, recién
entonces comprenderás hacia donde continuar. Además, no hay nada que se pueda
encontrar, no hay nada que nos pueda ser dado, no hay nada que pueda entenderse
con la mente de este mundo.
Sin embargo, eso no es para
desalentarse, la verdadera realización ocurre por sí misma, la evolución y
transmutación del Ser del valiente caminante espiritual llega poco a poco, aún,
aunque no la sienten nuestros sentidos.
No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado, para darte cuenta de
cuánto has cambiado tú. Nelson
Mandela
Cuarta
Etapa
Me ha sucedido muchas veces, caer en la desesperación,
sentirme derrotado. Mi Ego insiste en hacerme sentir que no avanzo, mis
pensamientos quedan rondando esa imagen de pesadumbre y me veo hundido en un
pozo.
Una y otra vez he llegado a la misma conclusión, el
problema no es tocar fondo... sino quedarse allí.
Esta vida es una cadena de cosas que debemos aprender,
cuando empecinados no acertamos caminar hacia el camino correcto, terminamos en
un pozo, y justamente es cuando estamos en el fondo del pozo, cuando lo único
que debemos hacer es levantar nuestra cabeza hacia arriba y ver la Luz que nos
muestra la salida.
Deseo agregar algunas viejas reflexiones, pues creo que
todas ellas juntas ayudarán a aclarar este tema:
· La causa de nuestra infelicidad, de nuestra angustia, no
es la situación que nos llevó allí, sino anclarse en pensar sólo en lo que ella
nos hace sentir. Para salir de ese fondo, debes ser consciente de los
pensamientos que estás pensando. Sepáralos de la situación, intenta observar
desde una perspectiva más impersonal y si puedes obsérvate a ti mismo, entonces
comprenderás qué debes cambiar, hazlo y saldrás de ahí.
- Debemos enfrentar cada problema, cada obstáculo, cada
caída, cada error, cada dolor y cada miedo, porque, no se puede avanzar, ni
encontrar paz evitando las lecciones de la vida. Estamos en esta vida para
aprender qué cambiar y eso es lo que debemos hacer para seguir adelante o de lo
contrario estamos destinados a repetir las situaciones, hasta que cambiemos.
- Sanar, no significa que el sufrimiento nunca existió.
Significa que esa experiencia y ese dolor ya no controla nuestra vida. El
pasado fue aquello que generó quien es uno Hoy, todo lo vivido nos dio
enseñanzas, quédate con ellas y deja el pasado donde está.
·
Resistir es una falla de la mente, es una defensa del
Ego. No vivimos para ganar o vencer, vivimos para aprender. Entonces, debemos
aprender a elegir cuales batallas pelear, a veces, tener paz es mejor que tener
la razón.
· No esperes que por estar en un camino espiritual todas las
cosas mejoren. La vida siempre será complicada. Así debe ser, pues de lo
contrario, ¿qué aprenderías? ¿Cómo evolucionarías sin experiencias?
·
Me gusta la calma que me da el tiempo, porque lo que un
día sentí como una terrible tormenta, hoy lo veo simplemente como un viento señalándome
el mejor camino.
Razones del sufrimiento según el
Budismo:
·
Querer controlarlo todo.
·
Desear que las cosas sean como tú quieres y no como son
en realidad.
·
Aferrarte a lo que no puede ser.
·
Desear que el pasado sea diferente.
·
Querer que otros sean como tú quieres que sean.
·
No aceptarte cómo eres en todo momento, en resumen, vivir
en tu mente y perderte del presente.
En todos los puntos del viaje humano advertimos que, para avanzar, tenemos
que soltar cosas, y soltar cosas significa morir un poco. En ese proceso nos
recreamos, nos re despertamos a la conciencia de la fuente de nuestro ser. K.R. Fisher
El verdadero
conocimiento sólo puede venir cuando todos los conceptos posibles han sido
abandonados, y sólo puede venir de dentro. Nisargadatta
Maharaj
Tu cuerpo es tu templo, manténlo puro
y limpio para el Alma que vive ahí. Prov
árabe
· Cuando nuestra conciencia está en calma, logrando dejar
nuestra mente vagar libre con sus pensamientos, y podemos ser sólo un tranquilo
observador, así todo el ruido se apaga y es posible escuchar la melodía del
Alma. Dentro de cada uno de nosotros existe un silencio y cuando vivimos ese
silencio, recordamos quienes somos.
·
Realizar varios sonidos armónicos consecutivos generan
música, la reiteración de trabajos armónicos con nuestra Alma produce el
milagro de la transmutación de nuestro Ser.
Termino con esta etapa con esta bella y sencilla oración:
Señor, te pido que me des lo que Tú sabes que necesito,
no lo que yo creo que necesito. Ayúdame a tener Fe en Ti y tener fuerza y
voluntad para continuar mi camino hacia tu Luz.
Quinta
Etapa
Debes ir y sentarte dentro de la cueva
de tu propio corazón. Cuando puedas soportar tu propio vacío, eres libre. Mooji
Vivir una vida espiritual significa
trabajar y esforzarse cada día.
Quien ha logrado alcanzar esta etapa, seguramente
habrá trabajado muy duro, es casi seguro que también haya sufrido mucho,
principalmente con su lucha interior.
¿Es acaso el camino espiritual un
camino de sufrimiento? No, para nada, el sufrimiento se debe a toda la
dificultad que normalmente tenemos en aceptar lo que debemos cambiar, de parar
de hacer lo que ya no debemos hacer nunca más.
Es normal también que la mayoría de
los seres humanos aprenden por el camino del sufrimiento, entonces si no
hubieras sufrido como has sufrido, no habrías hecho sacudir los cimientos de tu
propia forma de Ser. Como he dicho antes, es en el fondo del pozo donde es más
fácil ver dónde está la Luz y entonces aceptando a cambiar el rumbo errado
caminar hacia ella y salir.
Sólo unos pocos seres, contados con
los dedos de la mano aprenden rápidamente y sin sufrimiento, no tienes porqué
ser uno de ellos, de cualquier manera, aún sufriendo puedes llegar a la
iluminación.
Quizás a través del sufrimiento es que
podemos llegar a una vibración más alta. Es así que luego de pasar por fuertes
períodos de lucha es cuando se gana profundidad como ser humano, es cuando se
aprende a ser humilde, es cuando se aprende a tener compasión de aquellos que
aún sufren, pues tú ya lo has pasado.
El sufrimiento rompe los cimientos,
las estructuras y los convencimientos del Ego, entonces se sufre hasta que
llega un momento en que el sufrimiento ya ha cumplido su propósito. Una vez que
se ha aprendido la lección de la experiencia, el sufrimiento es innecesario,
siempre que se acepte hacer el cambio interno que lo evita.
Aceptar el gran
trabajo de meditar para aprender la esencia de la vida, para descubrir las
grandes verdades, es aceptar cuestionar sobre la totalidad de la propia vida, lleva
al esfuerzo de observarla completamente hasta el fin, hasta comprender nuestra
esencia. Y después no permitirse pensar que es demasiado difícil el cambio que
se debe hacer, sino comenzar a trabajar sin pausa, pero sin desesperación, día
a día, paso a paso, para ir logrando cambiar todo lo necesario.
Nada es demasiado
difícil si se ve la necesidad de hacerlo y queremos hacerlo. Muchos pequeños
cambios y otros tantos muchos pequeños pasos llevan a un mejor lugar dentro de
nuestro interior.
La palabra
“difícil” nos bloquea la Voluntad y sin voluntad no se sostiene el compromiso,
El trabajo
espiritual nunca queda sin resultados.
En esta etapa
avanzada del camino espiritual el compromiso exige que varias veces al día, aunque
sea un momento o unos minutos, se debe tratar de encontrar dentro de uno mismo
el punto de equilibrio, el centro divino. Este trabajo espiritual es, muchas
veces, la única riqueza que se posee.
Para avanzar el
camino espiritual en esta etapa es necesario revisar todos los días nuestros
conceptos, nuestras ideas, nuestros convencimientos, nuestras necesidades,
nuestra relación con la vida.
Cada día, al
acostarse es muy importante repasar el día transcurrido, si hay energías aún,
planificar el trabajo del día siguiente. No aconsejo meditar al final del día
pues el cansancio vencerá, pero si, antes de dormir hacer unas oraciones.
Mientras vivimos en
este mundo, estamos obligados a realizar tareas, hablar con toda variedad de
personas, visitar diferentes lugares, que influyen y nos empujan a salir de
nuestra armonía con tanto esfuerzo lograda.
Por las preocupaciones
del diario vivir o sobrevivir en un mundo difícil, nuestra vida tiende a tomar una
dirección que nos aleja cada vez más de nuestro deber. Pero no por ello piense
irse a vivir lejos de todo, y transformarse en un ermitaño recluido en un
templo.
Enfrentar a los
desafíos del diario vivir es justamente la mejor manera en que usted recibirá
las advertencias de qué es lo que aún no ha logrado sanar. Además permite ver de
qué manera el mundo exterior afecta su conexión con su Templo interior, cosa
que un ermitaño no tendría, entonces esas advertencias le ayudan a apuntar en
qué trabajar.
Todos estamos
obligados a caminar una parte del día en este desafiante mundo, pero al mismo
tiempo debemos ser conscientes que estaremos sobre la Tierra poco tiempo, que
tendremos que dejar aquí todas nuestras adquisiciones materiales, así como
nuestros títulos y nuestra posición social.
Esto todos lo sabemos,
pero es tan común olvidarlo, porque tan fácilmente nos dejamos arrastrar por la
influencia de aquellos con quienes hablamos cada día, y los ejemplos que vemos
a nuestro alrededor.
Por eso es
indispensable hacer de vez en cuando una pausa para observar nuestro
comportamiento de los últimos días, es muy bueno en el fin de semana reservar
un tiempo para analizar la dirección que estamos tomando, observar las
actividades en las que estamos involucrados y sobre todo aquellas que
permitimos ser llevados a ellas no siendo parte de nuestros planes meditados. En ese repaso reflexionar para ver que es
esencial y que es aceptable para nuestro camino espiritual y el resto buscar
cómo salir de ello.
Es importante
planificar durante el año hacer al menos dos veces, uno o varios días de retiro.
La gran ventaja de un retiro es que en un lugar de paz es más fácil realizar
revisiones profundas del camino andado en las últimas semanas o meses.
Allí meditar todo
lo posible intentando observar los errores cometidos y poder, así buscar formas
para evitar repetirlos.
La Evolución, que
siempre es un proceso individual, es progresiva y requiere trabajo. Una persona
no abandona todas sus creencias, sus hábitos y sus costumbres sólo por comprender
que hacerlo sería positivo para ella.
Ser consciente en
todo momento, obrar adecuadamente y sin fallas no es fácil, tampoco imposible
A veces obtenemos
victorias parciales, por ejemplo, hemos contenido por un tiempo nuestros
errores comunes, o hemos mantenido nuestra conciencia conectada en forma
constante a determinadas virtudes.
Es aconsejable
trabajar para lograr esas pequeñas metas accesibles en vez de sufrir por
alcanzar aquellas metas superiores que pueden poner una dura prueba a nuestra
voluntad.
Es interesante tener
en cuenta que, si logramos tener una voluntad firme de trabajar todos nuestros
días y así dar muchos pequeños pasos, un día terminaremos llegando a la meta
tan deseada, sin embargo, siendo humildes podemos ver mientras tanto que cada
paso es en sí mismo una meta, pues, aunque sea un pequeño paso el logro es, sostenernos caminando.
Otra cosa
importante es que cuando comprendemos que debemos hacer algo ahora mismo para
salir de una situación, no debemos buscar el camino más fácil, sino caminar por
el sendero más adecuado pues ese es el que nos templará el espíritu y dejará
las enseñanzas más valiosas.
Es normal que la
gente viva con miedo por la llegada de momentos difíciles, sin querer ver ni comprender
la gran riqueza y profundidad que se esconden en todas las dificultades.
Es cierto que duro
es el camino para alcanzar un estado superior, pero muy fácil y rápido caer
varios escalones de él.
Como he dicho,
nuestro Ego tiene objetivos totalmente opuestos al camino espiritual. El Ego busca
satisfacer sus deseos y sólo ellos, y además que todo sea rápidamente resuelto
a su favor. Por eso, cuando sufrimos o estamos tristes queremos que la
situación acabe pronto, mientras que si somos felices queremos que ella dure mucho
tiempo, lo más posible.
Pero si en vez de
ver las cosas con los ojos del Ego, los vemos con los ojos del Alma,
comprenderemos que nuestro camino en la vida atravesará muchas veces lugares
difíciles y dolorosos. Es un hecho que cuando en nuestra vida experimentamos tiempos
fáciles y agradables, el Ego nos lleva a estar “dormidos” llevándonos a no
mirar más allá del próximo momento, pero en realidad los momentos alegres y
fáciles son aquellos que no van a aportarnos ningún enriquecimiento interior,
sólo sirven para descansar nuestro cuerpo.
Pues bien, podemos
aceptar un pequeño descanso, pero luego debemos continuar nuestro camino de
crecimiento. Porque permanecer dormidos en la vida solamente nos debilita y
aleja de la verdad y el propósito del camino elegido con tanto esfuerzo.
Y cuando nuestro
camino nos llevó a una situación dura, no debemos buscar escapar lo más rápido
posible de ella, sino, antes que nada, analizar profundamente todos los
acontecimientos y todas nuestras últimas acciones y decisiones que nos llevaron
a ese lugar o esa situación, y hasta que no comprendamos cada una de ellas y
cuál es la lección que nos está mostrando no nos movamos de ahí, pues de lo
contrario la situación se repetirá pronto.
Es realmente
importante observar con sinceridad y profundidad nuestras dificultades, para
poder trabajar en ellas. Entonces, ver, comprender y asimilar todo el
conocimiento que se nos ofrece a través de esas situaciones duras y cuáles son
nuestras viejas costumbres y reacciones automáticas que debemos sanar.
La misteriosa
incertidumbre del camino espiritual enriquece, pues, ¿qué sería si tuviésemos
certeza de cada uno de los pasos que debemos cumplir? Si al transitar en él,
todo fuese viento a favor, incluso recibiendo cada tanto ayuda de otros, pues
es claro, aprenderíamos muy poco y al no haber retos y tropezones no
templaríamos nuestro espíritu y por lo tanto sería muy poca la transmutación de
nuestro Ser.
Así que, es mejor
dejarnos de buscar seguir un ideal para llegar a un final feliz, porque si
nuestra voluntad depende del cumplimiento de metas, entonces nuestra Fe y
nuestro camino espiritual dependerá de logros que nuestra mente acepte como
tales.
Teniendo presente
que eso lo juzga nuestro Ego por lo tanto estamos persiguiendo sus ilusiones y
deseos. La búsqueda de algo indica que somos egoístas. ¿Qué sentido tiene
perseguir resultados de los cuales no somos capaces con nuestra mente mundana
comprender si son válidos o no?
Si buscamos algún
fin concreto, condicionamos nuestras acciones y hace que éstas tengan sentido si
conseguimos o no lo que buscamos. Es decir, nos estamos moviendo por nuestro
interés y no por nuestro trabajo espiritual en sí.
Dicho de otra
manera, si pensamos que debemos conquistar una meta concreta que nuestra mente
determinó, entonces comenzaremos a seguir nuestro camino espiritual guiados
hacia algo que es ajeno al mundo espiritual. Entonces estamos motivados por un
interés mundano, y además estamos enfocados en nuestras acciones visibles, por
lo tanto, estamos en un camino muy distinto al espiritual. Una vez más
estaremos persiguiendo ilusiones.
Y si, de alguna
manera la meta elegida es algo que nuestra mente eligió dentro de posibles
metas espirituales, aún suponiendo que fuera una meta válida espiritualmente,
acaso ¿es nuestra Mente-Ego un juez adecuado para elegir qué meta es la
correcta? Y además, ¿desde cuando nuestra mente tiene certeza de cuál es el
camino espiritual más acertado a seguir?
Lo que
verdaderamente tiene importancia en un camino espiritual son las meditaciones o
plegarias y oraciones o nuestros trabajos diarios, es un error hacerlos tras la
conquista de una meta final.
Cualquier meta o
estado superior de nuestro Ser, si es que hay alguno que en esta vida podamos
alcanzar, sólo se podrá alcanzar por las acciones de cada día.
Para alcanzar
conseguir cualquier pequeña evolución interior que nos hemos propuesto, como
para simplemente mantenernos avanzando hacia la Gran Luz del Universo o de Dios
lo que debemos hacer, es ser, unos humildes trabajadores de cada día, con absoluta
sinceridad hacia nosotros mismos, con Fe y voluntad constante.
Libres y
despreocupados de alcanzar algo, y así esforzándonos en ese camino humilde y
sincero podemos estar absolutamente convencidos que llegaremos a donde nuestro
espíritu anhela llegar... a la Luz.