martes, 22 de noviembre de 2011

¿Qué hacer con esa pena?

Las penas son una parte normal de nuestra vida, sucesos que golpean nuestra alma, y que dan el desafío de cambiar y aprender para luego superarla.
No es algo que podamos desear que sucedan hechos que nos lastimen, pero su parte buena está en la enseñanza que proporcionan una vez superado el suceso que nos provocó la pena.
Es muy dañino sostener en el corazón esa pena como una forma de retener el recuerdo de algo que ya no podrá ser más. No es por continuar sufriendo por un hecho doloroso que ese hecho se va a revertir y volver al pasado que se añora.
En la vida hay procesos que se inician y que en algún momento deben terminar, no son todos, pero muchos terminarán.
Dado que el objetivo de nuestra Alma al encarnarse en el cuerpo que ocupamos, es cumplir un ciclo de vida en la cual experimentará varios sucesos que provocarán importantes cambios en ella, y así poder aprender y crecer. Para el Alma son una suma de experiencias que debe cruzar por ellas, en casi todas habrá sufrimiento temporal, pero el aprendizaje del suceso será permanente, atesorado por el alma; luego con el tiempo el dolor cederá, hasta que finalmente desaparece.

Aquel que se aferra al sufrimiento, es porque su Ego lo provoca, es quien pretende eternizar una situación que ya no es favorable para sí mismo y no sólo se impide aprender de esa situación sino que además al atarse al pasado con su negación solo logra mantener el dolor.
Es como si una habitación hubiera perdido su piso y la persona se agarra a su ventana para no caer, sufrirá colgado a ella pero el piso ya no estará más, será tiempo de abandonar esa habitación.
Entonces, ¿Qué hacer con la pena?, observar todos los detalles de la misma, porqué duele, que puntos toca dentro del mismo ser, permitirse mirar con absoluta honestidad que se hizo mal para llegar a ella y luego girar la vista hacia delante y seguir avanzando en la vida.
¿Qué afecta esa pena en tu ser? 
¿El orgullo? 
¿La razón al punto de no permitir pensar? 
¿Duele el corazón? 
¿La soledad te oprime?... 
Pueden ser muchos otros dolores, pero, todo es causa de aferrarse a un pasado, y por lo tanto pasó. 
¿Qué queda entonces? 
Memorias, pero el gran significado de ellas está en poder observarlas muy bien, con el gran objetivo de encontrar en ellas enseñanzas. Y es importante aceptar que aunque luego de haber aprendido, tanto tú como las otras personas, ya estarán en senderos diferentes, los caminos se separaron.
Crecer es bueno pero  el precio que se paga muchas veces es la separación de otros seres queridos, al menos por un largo tiempo. Pero el tiempo no tiene significado para el alma.

No es obligatorio sufrir para aprender, pero si el Ego está aferrado a la experiencia, no queriendo soltar, sufriremos.

Crecer no es una opción para cada persona, si no creces tú, por estar aferrado, no evitará que otros lo hagan y entonces más sufrirás aún.
Hay que tener en cuenta que en este mundo, todos, venimos a aprender.
Constantemente nos cruzamos con otros seres en nuestro diario caminar, pero el destino de cada caminante es individual, cada persona tiene sus propias lecciones que aprender y por lo tanto deberá recorrer otros caminos en el futuro; es circunstancial por lo tanto que caminemos juntos por algún tiempo en esta vida, en algún momento las personas se separarán. 
Los padres deberán resignarse al partir de sus hijos, también deberemos prepararnos para la partida de nuestros padres al final de sus vidas.
Las relaciones de parejas no todas están destinadas a vivir juntos para siempre o quizás por muchos años. Pero si hay algo que puede servir para evitar un dolor, desde los inicios de una relación de pareja es muy importante prestar atención a cuales son las expectativas de camino que desea seguir la futura pareja en su caminar por venir, si los caminos de ambos son compatibles entonces hay posibilidad de que se sostenga esa relación por mucho tiempo. En caso contrario en un futuro próximo se separarán y si insisten en seguir juntos al menos uno de ellos no crecerá, pues seguirá el camino del otro, o peor aún, sufrirá inútilmente.

Nadie avanzará en su camino, aferrándose a lo insostenible.
Imagínese que, tenemos cien personas hoy juntas en un lugar, digamos se realizó una reunión de amigos los cuales todos siguen caminos espirituales.
Cada persona es distinta a las otras, eso es inevitable. Ninguna de ellas llegará a la misma meta, sobre todo porque la meta que cada uno se imagina o desea o puede llegar, es distinta. Cada persona tiene aptitudes distintas, habilidades diferentes, sus capacidades personales.
A partir del siguiente día cada uno inicia su camino, que supuestamente, es muy parecido al de sus amigos, entonces podríamos observar una partida de cien líneas paralelas, sin embargo con el transcurso de los días, habrán líneas que se van separando de otras, de esa forma se irán abriendo como en un abanico. Pero habíamos dicho que todos van en su camino espiritual, ¿porqué tienen que separarse? Pues cada uno es único y no puede avanzar en su camino espiritual si sigue el sendero del otro.
Sin embargo cada uno tiene sus verdades, pero al final las verdades se juntan en un nivel superior. El destino espiritual traerá encuentros y separaciones, reencuentros y nuevas separaciones, las almas que se aman siempre se encuentran el tiempo no importa. 
Si dos personas se amaron en esta vida, en la próxima volverán a encontrarse con sus nuevas realidades, cada una mejorada, y cuanto más hayan avanzado cada una es más posible que puedan compartir más tiempo juntas en la próxima vida.

Y una vez más, ¿Qué hacer con la pena?, superarla para crecer.

Un abrazo para todos, Paul Barbé

lunes, 14 de noviembre de 2011

9 preceptos

Hoy quiero compartir estos preceptos, a mi entender buenos para aquel que lucha por avanzar en su sendero de crecimiento espiritual.
  • ·       No vivas en la persecución de bienes, se libre de espíritu y de cosas.
  • ·        No camines comparando tu avance con el de otros.
  • ·        Intenta siempre guiarte por la voz de tu alma y los mejores sentimientos de tu corazón.
  • ·        Se fuerte para luchar, paciente para esperar, usa tu alma para decidir qué hacer.
  • ·        Busca refugio diario en el Templo de tu silencio interior.
  • ·         Respeta la individualidad de cada persona sin importar quién esté más acertado.
  • ·         Cuida tus palabras y expresiones, si no puedes hacer el bien es preferible no hacer ni decir nada.
  • ·         En esta vida las únicas dos cosas importantes son, aprender a amar y acumular sabiduría.
  • ·         Haz el esfuerzo diario por ser mejor que tú mismo teniendo en cuenta lo anterior.

El camino del buen destino puede seguirse cuando el caminante es libre como ser único, sin depender del rumbo de otras personas y tampoco de la necesidad de cosas materiales.
No hay competencia para tu crecimiento espiritual, cada uno tiene su karma por superar y sus capacidades personales para enfrentar su sendero, no es útil compararse con otros pues cada camino es único.
Nunca te guíes por indicaciones de otros para decidir tu camino, los susurros del Alma son muy tenues para escucharlos,  sólo los interpreta el corazón, si prestas oídos a otros o a tu Ego errarás tu camino
La mente deberá ser educada con el tiempo a servir al corazón utilizando su inteligencia a su servicio.

Los logros importantes son aquellos que hay que sostener una lucha firme para alcanzarlos, pero sólo aquellos que puedes por ti mismo lograr, teniendo paciencia y sabiduría para dejar de lado luchas vanas y de ello te darás cuenta por los susurros de tu Alma.
En cada día el caminante debe buscar refugio en su silencio interior para encontrar sus propias verdades, comprender sus verdaderas necesidades y decidir el camino a seguir el próximo día.
Cada persona va por su camino personal, no es el tuyo, ni aquel seguirá el tuyo, solo debes estar dispuesto a dar lo mejor de ti a los demás cuando te lo piden, luego dejar que cada uno siga los pasos que su corazón le indique.
Por ello cuida mucho tus palabras, busca alcanzar la libertad de la crítica, no culpes jamás a los demás por tus carencias, ayuda si puedes y luego deja a los demás caminar.
De todas las cosas que harás en esta vida te traerán muchas cosas, serán tuyas temporalmente, luego tu Alma dejará este cuerpo para viajar a un plano superior, lo único que se llevará será el amor que cultivó y todo aquella sabiduría que atesoró.

Es un deber de cada individuo evolucionar, y por ello deberá siempre intentar ser mejor, que sí mismo, de esta forma podrá superar las lecciones que el Gran Espíritu le encomendó en esta vida. 
Y así el día que termine tu pasaje por este mundo tendrás la paz de haber hecho tu mejor esfuerzo.

No quiero hoy extenderme en reflexiones sobre estos nueve preceptos, dejo a Ud. Lector que medite sobre ellos, espero de corazón que sean de utilidad.

Un abrazo sincero a todos, Paul Barbé

sábado, 5 de noviembre de 2011

El valor de las cosas

Es muy extraño para mí ver como la mayoría de las personas valoran las cosas en la vida.
Es tan común que una persona tenga una bella familia y no aprecie su maravilloso valor, no muestre su cariño a sus hijos o padres y luego cuando estos estén por partir, sufra y extrañe. 
Se ve tantas veces que las personas tengan cosas y no las valoren, incluso las desprecien por anticuadas o usadas, y si un día se rompen se lamenten.
Todos los días se puede ver, que las personas se quejen de sus trabajos, por muchas razones, pero si un día pierden ese trabajo a partir de ese momento comienzan a ver todo lo bueno que tenía.
Ahora bien, algo muy similar ocurre con lo que puede venir a partir de ahora hacia delante. Tan común como lo anterior son las siguientes situaciones…
Padres que le repiten a sus hijos años que deben estudiar con el mayor de los esfuerzos, pues en su juventud son los mejores años para estudiar debido a que ellos, sus padres, pueden darles su sustento mientras ellos avanzan en sus estudios y que estos serán la base para el resto de sus vidas. Sin embargo, cada vez se ve más que los jóvenes pongan menos y menos empeño en estudiar y por lo tanto menos esfuerzo por su propio futuro.
Personas que han acumulado peso debido a sus malos hábitos alimenticios y a su sedentarismo, aceptan como válido la publicidad que les vente objetos de gimnasia mágicos y que pronto se verán como los modelos que observan en su televisor. Saben en su interior que no es así, sin embargo están habituados y convencidos al mismo tiempo a que con dinero todo se resuelve, y por lo tanto si el aparato de gimnasia es muy caro debe ser bueno y por lo tanto “piensan, me veré bien en poco tiempo”. Entonces una vez que lo haya comprado, luego de haber pasado unos días, cuando por fin lea con atención el manual del aparato y comprenda que deberá realizar una rutina diaria de ejercicios y que también deberá modificar sus malos hábitos alimenticios, llegará a la conclusión que le cobraron un disparate por un aparato que no es bueno.
Muchos trabajadores de empresas reciben la oferta de realizar cursos de capacitación, y se entusiasman en poder alcanzar un salario mejor con una posible promoción, pero apenas comienzan el curso de capacitación pierden el interés pues se les pide que dediquen parte de su tiempo fuera del trabajo a estudiar. Esforzarse en lugar de descansar, entonces el curso es abandonado.
Por ello cada vez más se ven promociones de cursos de un solo día, es apenas lo que la mayoría de la gente está dispuesta a invertir de su tiempo. Pero todos estos cursos de un día, si son honestos al finalizar entregan un disco con mucha información, en la cual se dan guías para poder seguir profundizando sobre ese tema. Hasta ese punto llega la mayoría, hizo el curso, y luego deja el disco en un cajón olvidado. No más esfuerzos.
Recuerdo la historia que me contaron de Mikao Usui y Reiki, cuando en 1996 participé en el seminario de dos días de mi grupo de iniciación en Reiki, Usui luego de muchos años de esfuerzo e investigación descubrió los orígenes del Reiki y luego de ello quiso entregarlo a la gente. Decidió irse a vivir a los barrios pobres de Kyoto para enseñar Reiki a la gente pobre para que ellos mismo pudieran tratarse, sanarse y mejorar su vida. 
Luego de algunos años, comenzó a cruzarse en las calles de esos barrios a antiguos alumnos que el había curado, educado y enseñado Reiki, les preguntó que estaban haciendo de nuevo en los barrios pobres como mendigos siendo que habían recibido educación del monasterio que el los había llevado, se les había enseñado un oficio, etc. Con decenas de personas que había re-encontrado se repetía la situación. 
Mikao Usui pensó que había fracasado en su misión. Sin embargo un tiempo después de haber vuelto al monasterio a meditar llegó a la conclusión que; las personas solo valoran lo que reciben cuando deben dar algo valioso a cambio. Si reciben un saber por nada no le dan valor pues a cambio no dieron nada.
Sin embargo hoy día, casi un siglo después nos encontramos con que la mayoría de las personas en estos tiempos, no están dispuestos a esforzarse por casi nada y tan solo queda pagar con dinero por las cosas, cuando más pagan, piensan que será más valioso lo que reciben, pero ni bien pagaron por algo, están pensando reunir más dinero para pagar por lo que sigue en su lista.
No hay cosas valiosas en la vida que no lleve esfuerzo lograrlas.
Una carrera universitaria lleva varios años de dedicación y muchos exámenes a aprobarse para obtenerla.

Una buena educación de un hijo lleva muchos años, cientos de conversaciones y explicaciones del porqué de tantas cosas, una dedicación hacia ellos incondicional, cuidado, cariño, respeto, y así luego de dar lo mejor estará la posibilidad de tener un hijo bien educado.
Un artesano llevará años de trabajo para alcanzar su maestría.

He escrito muchos artículos sobre el camino espiritual, he dado variados consejos sobre como encontrar caminos para avanzar. Hoy quiero solo agregar esto, para avanzar hay que dedicarse, cada día. Hay que dedicarse con convencimiento y sin contradicciones, no se puede avanzar en el camino espiritual y ser un ladrón o ser un empresario despiadado con sus empleados, etc.
Alcanzar un nivel espiritual elevado no está asociado a pagar mucho dinero a su maestro espiritual, ni tampoco por pagarle varias veces por año por seminarios, retiros o guías especiales; no es por pagar por ello que se avanza, será provechoso si todo eso, siempre que vaya acompañado con mucho trabajo de horas de dedicación. La guía es valiosa para saber hacia donde caminar, pero los pasos los debe dar el alumno no el maestro.

Avanzar en el camino espiritual es posible sólo con un esfuerzo sincero y diario. Es una de las cosas que en la vida no se pueden comprar con dinero.
Cuando más adelante queremos llegar, mayor deberá ser el compromiso. En los escalones más elevados del camino espiritual el compromiso no es sólo con uno mismo en esforzarse por mejorar sino buscar como hacer para ayudar a otros a que lo hagan.

Mis artículos no tienen valor en dinero, pues como ven no hay publicidad en mi Blog, o sea para ustedes mis lectores el precio está en el esfuerzo que deberán realizar para crecer espiritualmente, y para mí el precio es dedicar mi tiempo es escribir mis artículos pues es parte de mi camino espiritual.

Un abrazo desde la distancia a todos mis lectores, Paul Barbé.