sábado, 30 de julio de 2011

Ansiedad

Se me ocurrió hoy que podría ser interesante escribir sobre algunos importantes enemigos de la paz interior.
Justamente lo que nos brinda paz es buscarla dentro, pues en el interior de cada persona está su propia luz, su energía, su centro, sus verdades, su historia y su camino por recorrer.
Fuera tenemos un mundo que fácilmente nos agrede si no sabemos protegernos, muchas personas viven acosados por una ansiedad que los oprime, cansa y descontrola.
Un mundo de promoción al consumo lleva a muchos a pensar que viven con una gran cantidad de necesidades, cosas que deberían tener para vivir mejor, cosas que deberían cambiar pues lo que tienen ya no es adecuado, cosas y cosas que le dicen que sería bueno tener. Si tienen una moto, su vecino tiene una mejor, si tienen un televisor la publicidad le sugiere que el suyo debe descartarse y la persona comienza a planificar su futuro próximo en como logar comprar esa maravilla. 
Demasiada gente vive acumulando en una largísima lista mas y más cosas para lograr.
Sin embargo, paradójicamente si viniera el genio de la lámpara de aladino y le concediera los 5 primeros objetivos de su lista, ese pobre hombre no será feliz muchos días, pues pasarán a ser importante los siguientes 5 de la lista. 
Pero no logra darse cuenta que esa lista jamás terminará, pues cada cosa que agregó... llegó por sugerencia de otros...

La vida es mucho más simple que lo que la gente en general piensa, el ser humano necesita muy pocas cosas para ser feliz, en mis años de vida, justamente las personas con sonrisas más bonitas, las personas con más paz, las más alegres fueron personas "pobres", personas que al ojo del consumista eran casi unos indigentes...
Entonces sugiero a ustedes, ¿acaso alguna vez se ha tomado un tiempo para revisar, con una mano en el corazón, esa lista que se ha formado?.

Le propongo que se tome una semana completa de serena contemplación de sus metas. ¿Valen la pena invertir tanto tiempo en perseguir esos logros?, ¿Acaso esos logros le traerán felicidad? ¿Acaso no le traerán un estrés asegurado por mucho tiempo para que luego ...si acaso logra todo eso por lo que tanto luchó... ¿vivirá mejor?, ¿disfrutará entonces sus logros???  O acaso ya a esa altura... ¿no tendrá una lista renovada de nuevos logros por conquistar?
Hay un viejo dicho que dice "hay que trabajar para vivir, pero no vivir para trabajar"
Pero... si de todo ese tiempo de cada día, que usted dedica a perseguir metas mundanas, regálese para usted mismo un tiempo para su auto crecimiento, para un autoconocimiento de su interior, del porqué le gustan cosas o personas, del porqué de muchos sentimientos y emociones... Quizás pueda lograr entonces realmente disfrutar más su vida, descartar caminos por senderos desiertos.


La felicidad no se la persigue, pues nunca se la alcanzará, es más fácil encontrarla dentro de uno mismo... 

Cuanto más equilibrio hay en una persona, cuando más armonía se busca con nuestros sentimientos y emociones, cuanto más nos esforzamos por comprendernos, más cerca estaremos de vivir en paz y por lo tanto más cerca de tener más y más momentos de felicidad. Pero si perseguimos metas de otros, lo único seguro es que viviremos frustrados, pues aunque logremos cumplirla, no dará felicidad al nuestra Alma.
Regálese de vez en cuando, observar una puesta de sol, si puede algún día madrugue y vea salir el sol, y piense en esos momentos, el día terminó ¿qué hice hoy por mi alma?. El día comienza, dedicaré algún momento de este día a disfrutar en armonía todo lo que ya tengo y lo que soy hoy?

Es muy bueno vivir más el día de hoy, desconectarse un poco del pasado y no depender tanto de los futuros probables.

Bien los dejo por hoy, un abrazo, Paul Barbé

jueves, 28 de julio de 2011

Una plegaria

Queridos lectores, mis artículos de cada día nunca tienen la intención de expresarles que deben hacer y que ustedes deban seguir al pie de la letra tal cual mis palabras sean un único camino. 
Mi intención es que aquella persona que desea alcanzar una superación espiritual y por lo tanto tener un contacto más fuerte con su alma, con Dios o el Universo… (respeto las creencias de todos), entonces mis palabras sirvan como una posible guía. 
Quizás no todos los artículos sean útiles para todos, jamás pretendería eso, pero, de todas las personas que las pueden leer, seguramente a algunos les servirá para encontrar una mejor forma de avanzar en algo que paradójicamente está tan cerca, nuestro interior y al mismo tiempo se nos hace tan difícil llegar.
Aliento a todos, a perseverar, el camino espiritual, sea cual sea el que usted elija será el único que indudablemente le aportará con el tiempo, satisfacciones, será el verdadero refugio en su futuro, será algo de lo que siempre podrá contar como seguro para los momentos difíciles que todos tenemos a lo largo de la vida. 
Eso lo digo por experiencia, unas cuantas veces en estos últimos diez años mi refugio espiritual fue quien me sostuvo en momentos que me sentí en el fondo del pozo más profundo y oscuro. 
Otras veces mi camino espiritual fue el que me ayudó a entender cosas y personas, y por supuesto me apoyó en mi lento pero imparable cambio hacia un estado mejor de mí…
Les sugiero entonces, que busquen, quizás en artículos anteriores de mi Blog (Entradas Antiguas), dando clic en forma reiterada podrán retroceder hasta el primer blog del 25 de junio si lo desean, quien sabe si alguno de ellos les comente algo que justo estaban necesitando.
Para finalizar, les ofrezco esta plegaria que me surgió por inspiración hace apenas una hora:
Plegaria:
“Alma mía ayúdame a tener fuerzas cada día para intentar ser mejor, pero no mejor que otros sino mejor que mi yo de ayer,
... ayúdame a dar lo mejor de mí a cada cosa importante que haga,
... y a no malgastar mis energías en cosas poco importantes,
... alma mía, ayúdame a no perder el tiempo...
... a tener la voluntad de aprender...”
“Alma mía, ayúdame mantener firme mi decisión de cambiar en mí lo que haga falta,
... a no sentirme solo, pues solo nunca estoy, salvo por mi propia decisión,
... ayúdame a acercarme a todos quienes buscan su camino de superación,
... a inspirar a otros a encontrar su mejor camino,
... alma mía, ayúdame a buscar a mis maestros en todos los buenos seres que me cruzo cada día,”
“Alma mía ayúdame a tener presente que mi mayor logro en esta vida es poder tener un diálogo contigo, pues si estoy en contacto con tu luz, estaré en contacto con todas las bellas luces del Universo y entonces me convertiré en un mensajero más del amor de Dios.”
Un abrazo más para todos ustedes, Paul Barbé

martes, 26 de julio de 2011

Menú espiritual de la semana

Hagamos de cuenta que Ud. Viene a mi restorán espiritual, o que quizás llama por teléfono y elige lo que necesita… o más bien eso cree…
Algo livianito para sentirme mejor, mmm, no quiero nada complicado, estoy cansado, estoy impaciente, no busco nada profundo solo sentirme mejor y luego descansar. Si mi amigo, le aconsejo que haga esto, respire hondo, bien hondo no menos de siete veces, digo deje salir todo el aire de sus pulmones, todo, todo… espere unos segundos y luego haga entrar el aire lentamente imaginando que el aire que entra limpia todo, su mente, su corazón y su cuerpo.
Después, con los pulmones llenos de aire entone el mantra más conocido. OOOOOOMMMM de tal manera que el sonido haga vibrar todo absolutamente todo su cuerpo, la M debe seguir hasta que no queda más aire, y siempre deje pasar unos segundos antes de volver a inspirar nuevamente. Repita los OM todas las veces que lo desee. Al final solo respire largamente y paso a paso vuelva a su respiración normal. Y para terminar intente desde lo más hondo decir gracias. Nada más.
Un nuevo sabor, hoy estoy dispuesto a esforzarme un poco… Bien entonces el plato de entrada es, “algo livianito para sentirme mejor”, cuando termine con él, con digamos una docena de OM. Ahora intente esto, cuando suelte el aire imagínese que vacía su mente también, luego al retener la respiración y con sus pulmones vacíos, sienta un vacío silencioso en Ud., antes de inspirar retenga solo el concepto de algo que le venga a la mente, solo el concepto, por ejemplo “quiero lograr perdonar”, “quiero estar en paz”. Luego con todo el aire cante otros tres OM y repita este ciclo unas veces más. 
El final de esto es, marcar para Ud. Cuáles son los conceptos, o temas a trabajar en su sendero espiritual. El cómo hacerlo es buscar un camino de cambio para mejorar en ellos. 
Termine este trabajo igual que la opción anterior. Una vez terminada la meditación, intente escribir para Ud. una oración para repetirse durante el día sobre ese tema.
Especial de la casa,  como supondrá este especial toma lo anterior y agrega condimentos y otros sabores… tendremos una doble entrada con los anteriores y en el medio, puede por ejemplo ensayar otros mantras más elaborados, por ejemplo: Om mani padme um; (este restorán prefiere los mantras tibetanos, jeje…);  hindúes:  Om tare tutare ture soha; Om namaha shivaya; también uno indígena: aee aoo aaeiae aaeiaoo; bien lo más importante es que cuando cante cualquiera de ellos su cuerpo vibre… no se preocupe por la entonación, con el tiempo Ud. encontrará la forma preferida de cantar cada uno, aquí no es importante la calidad musical sino lo profundo que lo haga vibrar. 
Luego de recitar sus mantras por algunos minutos, haga un silencio y luego recite una oración, pero lentamente, muy lentamente, es una oración para Ud. Mismo, por algo la eligió… luego silencio nuevamente, y termine con unos cuantos OM, después vaya pasando de una respiración larga y pausada paso a paso a una respiración normal.
Espero que haya disfrutado del menú, muchas gracias por elegir leer mis artículos, Dios los bendiga, un abrazo, Paul Barbé

lunes, 25 de julio de 2011

Gracias

Hoy cumple un mes mi Blog, mirando las estadísticas del mismo veo que tuve 232 visitas, y tal cual un camino espiritual si el primer día me hubiera planteado ese logro para mi primer mes... ni lo habría intentado.... Gracias a todos...
Paul Barbé

Miedo de mí

Como escribía hace unos días atrás, hace ya muchos años decidí intentar seguir un camino espiritual, pero en mis primeros tiempos no logré absolutamente nada y por ello, empezaba y abandonaba constantemente.
Un día pensé que yo no podría seguir ningún camino espiritual, por mis muchos
defectos, y me hice una lista de los muchos porque...
< fácilmente me enojaba cuando las cosas se ponían difíciles...
< había aprendido a ser competitivo y me enfocaba más en superar a otros en su
camino que en realidad buscar el mío propio.
< apreciaba demasiado mis pertenencias para poder siquiera pensar en
desprenderme de mi necesidad por ellas.
< No era capaz de ver a todos quienes me rodeaban como hermanos de mi camino,
pues siempre tenía pronto mi dedo acusador hacia los errores o defectos de otros.
< No era capaz de tender una mano desinteresada...
< No era capaz de perdonar a quienes me habían lastimado...
< No era capaz de meditar ni siquiera 10 segundos seguidos sin pensar en una
imparable calesita de ideas y recuerdos...
< También porque no era capaz de realizar mi tarea espiritual todos los días,
entonces si debía hacerlo forzado, ¿era mi camino?
< También, pensé que jamás tendría conducta suficientemente pura para este
camino...
Que larga lista podría seguir escribiendo... sin embargo, a pesar de todo lo

escrito... 
¿Porqué justamente retornaba, porqué insistía en seguir un camino
espiritual?

Pues si había algo muy cierto era que no lo hacía por dar una imagen santificada 
de mi hacia los demás... nunca en mi vida me importó mucho que opinaban de mí... y entonces, si tantos defectos tenía  ¿porqué entonces me atraía tanto intentarlo, aunque fuera por caminos errados?... 

¿Acaso tenía miedo de mi?... 

No me importaba que pensaran de mí, pero si yo mismo me juzgaba muy duro. Y por lo tanto ese implacable juez interior me criticaba por mis defectos y me impedía avanzar, nadie más...

Y entonces cuando mi apelación a ese juez fue... pero bueno, lo busco porque me hace sentir mejor... porque cuando lo intento me da paz y muchas veces en ese silencio comprendo errores y puedo corregir, no siempre a tiempo pero al menos corregir mi camino de cada día.

Humanos somos y por ello nos equivocamos, las equivocaciones siempre enseñan, claro a veces con dolor, pero al menos se aprende, y si no es así entonces el error se repetirá hasta que se aprenda...

Y bueno, a lo largo de tantos años y tantos errores y tropiezos, no puedo yo
mismo decir que es lo que progresé en mi sendero espiritual, pero si puedo
recordar mi pasado personal, si puedo decirle al terrible juez que hay en mi
mente y puedo demostrarle, cuanto si, cuanto mejoré, y eso gracias al trabajo
constante, quizás no de cada día en todos estos años, pero al menos muchos días sí...
Aún así lucho conmigo mismo por mejorarme, y ese debe ser a mi entender el

primer y gran logro espiritual, ser mejor, lo suficiente y tanto como para poder
hacer una simple comparación conmigo mismo aquel de hace 10 años o el tiempo que sea y verme sinceramente... mejor... si! , gracias Dios mío… ¡mejor!.
Y por ello cuando comprendí esa verdad, dejé de preocuparme por metas que otros
una vez me hablaron y parecieron tan pero tan inalcanzables que... justamente fueron esas las que sostuvieron al terrible juez que tanto miedo le tuve...
Cuando mi meta pasó a ser mejorarme yo mismo, entonces a partir de allí el

camino espiritual comenzó a ser menos árido, comenzó a ser un camino realmente ascendente, libre de jueces libre de comparaciones, libre de metas
inalcanzables.
Y paradójicamente, cuando el camino es humilde, y además continuo a lo largo del
tiempo, sin acosarme por fallar algún día, entonces otras metas también serán superadas pero sin complejos, sin necesidades.

Espero estimados lectores que esto les sirva de ayuda especialmente para no
pensar que nadie es un negado para seguir un camino espiritual y que el mejor premio a lograr es sentirse en paz con uno mismo.

Un abrazo para todos, Paul Barbé

jueves, 21 de julio de 2011

Recomenzar

Hace unos años atrás, me había peleado con el mundo, convencido que debía triunfar y por lo tanto vencer a otros…, pero comencé a darme cuenta que cada logro tenía poco sabor, algo estaba mal pues siempre había un amargo sabor del rencor y un disgusto constante del que no encontraba yo, razón. Llegó un día en que constaté que estaba enfermo...
Había perdido la ternura… La ansiedad apretaba mi garganta tanto que no lograba ver mi camino. Todo lo que estaba mal en mi conflicto con el mundo tenía un extraño reflejo en mi cuerpo, es como si estaba enfermo de mis huesos y articulaciones ya que no podía caminar al lado de mis hermanos, y tampoco podía dar un abrazo fraternal porque me había endurecido. 
Estaba quedando muy mal de mi vista, pues, no podía ver más allá de las cosas negativas de mi prójimo. Cuando pensé que estaba quedando sordo lo que sucedía era que había dejado de escuchar a los que estaban a mi lado cada día.
Para poder curarme, debía aprender a mirarme al espejo, y después de ello tomar la decisión de hacer un tratamiento diario… agradecimiento al despertarme en mi hogar; durante el día de trabajo, recordarme a cada hora tener paciencia, humildad, compañerismo,  integridad  y responsabilidad. Y antes de acostarme, ser constante en realizar alguna serie de ejercicios espirituales. En ningún momento pensé que sería fácil, pero esa medicina seguramente me iba a sanar.
Yo perdí muchas veces muchas cosas en mi vida. Pero me llevó muchos años darme cuenta realmente que era lo que había perdido... para poder comprender algunas veces que, realmente había ganado... había aprendido algo muy importante.
Acepté que si sufrí ... gané aprendizaje;  cuando me aferré al rencor y finalmente lo solté comprendí el enorme valor del perdón, es libertad; cuando lloré mucho ... limpié mi alma y entonces al quitar el velo vi la luz del camino de salida.
Las veces que me sentí solo, terminé aceptando que había cerrado mi puerta a los demás; y las veces que pensé que había perdido todo, y no fue una sola vez… el tiempo me mostró que fue el final de una etapa y el inicio de un nuevo período de crecimiento hacia mi escalón superior. 
Finalmente hice un extraordinario descubrimiento, no estoy solo, a mi alrededor hay mucha gente esperando mi sonrisa para poderse acercase a mí, y también esperando mi mano solidaria…
Me sentí tantas veces cansado y tirándome en la cama buscando un abrigo en mi propia lástima, las lágrimas me mostraron que siempre es posible y necesario recomenzar. Recomenzar es darse una nueva oportunidad, es renovar las esperanzas en la vida y lo más importante, creer en uno mismo.
Si una persona joven decide no hacer nada por un año entero, parece una barbaridad tanta pérdida de tiempo y juventud, pero si la persona es mayor de 60 y también decide lo mismo, ¿acaso no es también una lamentable pérdida? Cualquier persona  consigue envejecer. Eso no exige talento ni habilidad.
NO estamos cansados por estar más viejos, estamos cansados por vivir luchando contra nosotros mismos… No dejamos  de amar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de amar.
Porque siempre es posible luchar por lo que amamos, y porque siempre hay tiempo para empezar de nuevo.
Cada día hay que buscar el sano humor y reír. Es imprescindible tener un sueño. Cuando se pierden los sueños, uno comienza a morir. Hay tantas personas caminando por ahí que están muertas y ¡no se dan cuenta!
Hay una enorme diferencia entre envejecer  y  crecer.  Para mantenerse creciendo  hay que liberarse de los trapos viejos, las ataduras, buscar enseñanzas sin necesidad de tropezar, no te distraigas mirando al costado del sendero mantente atento a tu progreso.  La idea es crecer siempre encontrando la oportunidad de cambiar. No tengas remordimientos.  Los viejos generalmente no se arrepienten de aquello que hicieron, pero sí de aquellas cosas que dejaron de hacer.  
Hay que comprender que nunca es demasiado tarde  para ser todo aquello que podemos probablemente ser.
Les propongo un desafío: estudien poesía, lean diariamente muchas reflexiones que abundan en internet, lean escrituras de poetas, pero también no tengan timidez en escribir líneas para ustedes mismos, pasado un tiempo cuando las lean comprobarán su propio progreso espiritual.
Recomenzar
Quizás ahora mismo sea un excelente momento para comenzar con un nuevo proyecto de vida. ¿Dónde quieres llegar? Mira alto, sueña alto, anhela lo mejor de lo mejor, anhela todo lo bueno, pues la vida nos trae lo que anhelamos si luchamos por ello.
¿No es acaso un buen momento para una gran limpieza mental?. 
Tira todo lo que te encadena al pasado y te hace daño, también despréndete de logros materiales que muy probablemente el día que los logres ya no los disfrutarás. 
Limpia tu corazón, haz que esté listo para una nueva vida, proponte a amar más a quienes te rodean, sin pretender cambiarlos, sino aprendiendo a aceptarlos. 
Aleja de tu vida todo lo que te hace sentir mal y cuida mucho no lastimar a los otros. Tu propia felicidad depende de todo lo que puedas lograr en armonía con el mundo; y a conquistar  tu paz, armonía interior y amor por todo, porque somos la manifestación del amor.
Si comprendes que necesitas un cambio, no te distraigas ahora con paseos…, acepta caminar por el camino de la nueva aventura que tú mismo intuyes, un importante desafío, un nuevo viaje que te llevará a tu interior. Proponte en este día a ti mismo que harás todo lo posible para alcanzar tus objetivos. Confía en la vida, confía en ti.
"No es porque las cosas son difíciles que no nos atrevemos; es porque no nos atrevemos que son difíciles"  Séneca
Un abrazo a todos mis seguidores, Paul Barbé

miércoles, 20 de julio de 2011

Religión y Espiritualidad

En mi vida tuve distintas etapas y ciclos respecto a la religión, la familia de mi madre era cristiana, mi padre quien sufrió en su vida las dos guerras mundiales y vio diezmar su familia o por la guerra o por la tuberculosis, se hizo profundamente ateo.
Mantuve mi creencia cristiana hasta mi juventud, pero cuando mi padre cayó enfermo a mis 20 años y lo vi sufrir tanto, luego de 4 años de sufrimiento interminable, me hice ateo yo también, sin embargo tal cual dice un viejo refrán nada es para siempre en esta vida, nunca digas nunca, ni jamás ni para siempre...
Cuando todo parecía caer llegaron a mi libros de Lobsang Rampa, con ellos me interesé mucho en la cultura y religión tibetana, sin embargo nunca pude aceptar totalmente su filosofía de vida, a pesar de eso incorporé una buena parte de su religión. Comencé un nuevo ciclo en mi vida, tratando de unir cristianismo, con budismo...
Los años pasaron y todo cambia, llegó a mí con el tiempo el interés de leer sobre la filosofía y religión hindú, pero también sobre incas y mayas...
Así comencé a notar puntos comunes en las religiones del mundo. El plano espiritual a mi entender unifica el creer de la Humanidad...
Mi vida tuvo muchos cambios, quizás sea ese el destino de esta vida que me tocó... luchar por cosas, perder interés y cambiar de rumbos, intentar e intentar seguir adelante…
Siempre noté el conflicto en mí y claro en las demás personas, la competencia entre las metas materiales y sociales, y su claro antagonismo con la paz interior. 
Todas las veces que dediqué mis mayores esfuerzos al progreso mundano, fue cuando a pesar de mis logros mi interior se sentía más desdichado. Y otras veces que dedicaba mi esfuerzo en lo espiritual las cosas se me complicaron en lo social... parecía ser una cuestión de elección una o la otra, pero no ambas.
Quizás el gran quiebre interior se generó en el proceso que me llevó a mi iniciación en Reiki, y luego mi indeclinable decisión de alcanzar la maestría. Desde un principio se planteó que si dedicaba mi vida por completo al Reiki alcanzaría ese objetivo, pero solo así...
Entonces llegó un momento que nació una rebeldía en mí, y decidí buscar mi propio camino. Sin darme cuenta que esa decisión cambiaría mi vida tanto como lo hizo, pues me llevó a ir modificando mucho en mí. Aún así logré la maestría y al mismo tiempo seguir "enganchado" a mi sustento económico tradicional, como un trabajador más. Encontré una manera se seguir así, pero claro con sus costos...
Lo que deseo compartir de todo esto, es que, no hay un único camino para llegar a una meta, lo que importa es la voluntad de atenerse a una decisión, y sostener cada día el esfuerzo por alcanzarla.
Para progresar espiritualmente no hace falta ser religioso, no hace falta seguir un dogma, no hace falta apegarse a reglas que dictaron otros...
No estoy diciendo que marcarse un camino único sea fácil de seguirlo, pero sí sostengo firmemente que, solo logro sentirme bien cuando me mantengo en el intento de superarme como ser humano, cuando cada día hago mi trabajo espiritual, no me preocupo por establecerme una rutina rígida que si no cumplo me hace sentir mal, pero si sostener el trabajo, no dar pasos hacia atrás...
Si estoy trabajando un mejoramiento de ir transformando un defecto hacia el camino de su opuesto, una virtud, no me permito retroceder... Intento en el día de trabajo, cuidar mis conceptos sin permitir contaminarlos por los acontecimientos del diario vivir.
Y volviendo a la disyuntiva religión o espiritualidad, para mí, una cosa no quita la otra, pero al mismo tiempo si sostengo, ser religioso no quiere decir que se sea espiritual.
Recuerdo una entrevista que se le hizo al Dalai Lama, líder espiritual del pueblo tibetano:
¿Cuál es la mejor religión?
"La mejor religión es la que te aproxima más a Dios, al infinito. Es aquella que te hace mejor"
¿Qué es lo que me hace mejor?
"Aquellos que te hace más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético... la religión que consiga hacer eso de ti es la mejor religión"
De esta forma aliento a mis lectores, a que no se aten a conceptos establecidos por otros, si se sienten cómodos con una religión, sosténganla. Aún así, agradecer a Dios se puede hacer de miles de maneras. No importa si es a través de una oración tradicional, o esa misma oración que la memorizamos mal pero igual la repetimos, pues al menos lo hacemos, y aún así, está bien si lo hacemos con nuestra propia oración personal.
El hecho de agradecer a Dios por todo trae un retorno importante como premio… nos sentimos mejor. 
Es importante orar, no es bueno pedir siempre, hay que agradecer más. 
Es importante orar pero mucho más mantener una actitud acorde con lo que se reza. 
No valen las trampas al solitario, por algo muy sencillo no hay peor juez que uno mismo.
Para terminar este artículo, canta tus mantras, ora como te haga sentir mejor, aprende a sonreírte a ti mismo en el espejo, intenta seguir tu mejor camino y vivirás más en paz y así será más fácil tu camino y el de quienes comparten tu vida y la de aquellos que cruzas cada día.
Un abrazo para todos, Paul Barbé

domingo, 17 de julio de 2011

Respirando y meditando

Hace un rato escuchaba una danza indígena de los indios Caribou, y pensaba que buenas y simples estas canciones para usarse como mantras de entonación y meditación en busca de la paz interior...

No hay mejor regalo para uno mismo que luego de un día agitado, regalarse un canto así para el alma, quizás pueda no gustar el estilo, pero es bueno probarlo, muchas canciones indígenas tienen un enorme poder espiritual, sus letras son simples y fáciles de memorizar para luego cantarlas para uno mismo. Lo recomiendo, vale la pena.

Escribía otras veces, que el primer paso del trabajo diario de meditación, o trabajo espiritual es conciliar lo mejor posible la armonía interior.

No se puede meditar, estando nervioso, estresado, ansioso o preocupado.
Recuerden los principios de Reiki de Mikao Usui que escribí otro día... "solo por hoy no te preocupes" dice uno de ellos.

Es importante dedicar en el día, un momento sagrado para la intimidad con uno mismo, para dialogar con el corazón y con el alma. En ese momento sagrado debe tener libertad de toda relación con el mundo exterior, ese momento es para uno.

En esa intimidad cantarse a uno mismo un mantra es el gran paso hacia la armonía, cuando más nos adentramos en un estado de armonía, más aumenta la energía interior y es más fácil alcanzar niveles de entendimiento que de otra manera no se logran.

Es útil poner una música de fondo que cumpla con un rol de pantalla de ruidos exteriores, pero que esa música no entre en conflicto con un estado de paz y armonía interior o con lo que cantas o tus oraciones.

Pero hay que tener cuidado que ese estado de armonía no se pierda porque nos veamos impulsados a resolver problemas mundanos o del diario vivir.

E
l momento sagrado
debe ser utilizado para nuestra salud interior, sea para sanar nuestras dolencias del cuerpo, nuestras dolencias sentimentales o emotivas, pero por sobre todo para entrar en un estado de agradecimiento y paz.


Empecemos con una respiración pausada y completa, para aumentar la vibración interior. 

Estando sentados en una posición cómoda, y al mismo tiempo que mantenemos una respiración muy relajada, profunda haciendo entrar mucho aire y luego soltándolo muy suavemente, luego de un tiempo tratar de visualizar (imaginar) colores en nuestro frente, o tratar de visualizar objetos especiales como ser una puerta, una ventana que entra una hermosa luz o aire agradable.

Un ejercicio muy importante que es bueno practicar todo lo que se pueda, es así:
imagínese que le llega desde el cielo una luz del color que le resulte más agradable o adecuada, suponga dorada, plateada, blanca, violeta o del color que usted desee o necesite...

Imagínese que esa luz baña todo su cuerpo, imagine que esa luz se interna en su mente, le da paz y bienestar, respire, luego imagine que esa luz va invadiendo cada parte de su cuerpo dando alivio y bienestar, respire hondo, cuando ingresa el aire, también lo hace la luz, cuando sale el aire lentamente sale la energía impura y su cuerpo se va limpiando...
Imagine ahora que el alivio y la limpieza va recorriendo su cuerpo, su cabeza, sus hombros y garganta. 
Luego su corazón se llena de luz y usted se siente con cada respiración mejor, su paz aumenta sus pulmones están llenos de aire y luz... Ahora la luz alcanza su vientre. Vaya iluminando su cuerpo entero y sienta que la circulación lenta de aire en sus pulmones ha purificado mucho su cuerpo.

Una vez que haya hecho por un buen tiempo esto, si tiene un buen espacio tranquilo haga el ejercicio de la luz parado e incorpore movimientos del cuerpo muy suaves de sus manos, brazos y piernas tal cual usted mismo sienta hacerlos, si no sabe qué hacer haga círculos con una mano, luego la otra, luego una sigue a la otra, invente, imagínese bailando suave y lentamente que Dios está observando y disfrutando vuestra devoción y agradecimiento... siga, siempre con suavidad.

Finalmente deténgase, eleve sus manos al cielo y vuelva a sentarse. Entonces no haga más nada, solamente respire hondo un buen rato, y para terminar ponga sus manos en el corazón y agradezca. Sin dudas, se sentirá mucho mejor.

Un abrazo a mis queridos lectores, Paul Barbé

viernes, 15 de julio de 2011

Un dia gris de lluvia

Como todo trabajo que realizamos siempre esperamos obtener un retorno, quien trabaja cargando bolsas espera al final del mes recibir su salario. Quien estudia espera aprobar su examen, aquellos que se esfuerzan en avanzar en su sendero espiritual esperan llegar "más arriba", "más cerca de la luz", sentirse mejor consigo mismo, ver la luz en sus hermanos cercanos...
Cada período de trabajo diferente que he emprendido en este sendero, lleva etapas alentadoras y otras donde llega el cuestionamiento, ¿acaso estoy avanzando?.
Nunca ha llegado la respuesta, entonces la forma que he encontrado para sostener mi esfuerzo es esta: si no hago mi trabajo espiritual diario, al final del día siento "es un día más perdido".


Es muy extraño como nuestros planos de existencia se relacionan...

El Ego busca su propia satisfacción y cumplidas sus necesidades o deseos, su foco es Ahora.

La mente busca aprender y entretenerse, se distrae siempre con el pasado y el futuro probable.

La conciencia tiene su lucha contra el Ego y lucha para mantenerse alejado de los vicios...
y contra lo que la aleja de los buenos hábitos, valores y virtudes,

Por otro lado el Alma busca evolucionar, vibrar más alto, acercarse a la luz de Dios.

El Alma depende de que la Conciencia le preste atención que prácticamente todo el tiempo está luchando con el Ego.

No es fácil conciliar todo esto.


S
in embargo comprendí un día que el cuerpo logra aceptar los designios de la mente, entonces si mantengo mi mente enfocada en un buen sendero el cuerpo sigue su camino sin importar el esfuerzo que haya que realizar. Pero además cuando logro poner la mente al servicio del Alma, y logro mantener mi diario trabajo en mi sendero espiritual, mi mente descansa en su paz y ese es su gran premio.

Cuando mi inquieta mente se coloca en conflicto con todo, cuando pierdo mi conexión con mi alma las cosas van mal.

No hay acción ninguna realizada solamente bajo los deseos de la mente que lleven a la paz, al sentirse bien más allá de un corto tiempo. 

Un ejemplo bien concreto lo he visto y vivido en la relación con otras personas, y en especial con mis parejas de esta vida, cuando la mente y el cuerpo guían la relación, esa relación está destinada al fracaso, cuando la relación está guiada por el alma la relación crece, se fortalece y es un infinito placer.

Cada trabajo espiritual que logro realizar, siempre me ha dejado como obsequio sentirme mejor.

Entonces... ¿qué importa cuánto avance hacia mi meta? con el solo hecho de sentirme bien y en paz ya es suficiente. Y precisamente sentirme bien es el requisito básico para poder seguir realizando un trabajo espiritual posterior.

No se puede realizar ningún trabajo espiritual si uno mismo no siente armonía al hacerlo, no puedo recitar un mantra, decir una oración si estoy pensando en otra cosa que me aleja de ese estado meditativo.

A
quellos días en que la energía está baja, en que cualquier cosa parece un enorme esfuerzo, es una señal que mi Alma me está avisando que no he hecho nada para subir mi nivel de vibración, es porque me falta energía que me siento así...

De allí el porqué de trabajar diariamente en un caminar espiritual, no hay metas, primero que todo trabajar en mí y aquellos días en que he logrado realizar un buen trabajo... entonces sí pensar en metas.

Hoy día intento elevar mi energía agradeciendo a la vida por todo lo que logro entender que debo agradecer, intento honrar a Dios lo mejor que puedo.

Le doy mucha importancia a cuidar las relaciones con todos, libre de juicio, o al menos lo intento.

Lucho diariamente a aceptar que hay un tiempo necesario para cada proceso de la vida y no es mi ansiedad que lo va a acelerar, más aún para mi evolución espiritual.

Hago mi mayor esfuerzo en recordar de honrar la energía viviente de todo lo que nos rodea, si no puedo comprender o aceptar a otro ser, si lo logro le doy mi bendición y lo dejo aparte...

Intento ser generoso en el intercambio con los demás, en mantenerme lejos de la actitud de "hacer negocio" y obtener más de los demás de lo que yo mismo doy...

Finalmente trabajo en ofrecer estos artículos a todos, aunque no sea fácil mantener un nivel elevado, aunque no reciba un comentario, aunque no reciba absolutamente nada a cambio, lo que importa y eso me reconforta, es entregar lo mejor de mí, generosamente y eso me hace sentir bien.

Un abrazo a quienes me leen, Paul Barbé

miércoles, 13 de julio de 2011

Mi lento camino en la espiral a la luz

A lo largo de tantos años he comprendido que el camino de mi vida es impredecible,  he vivido preocupado por cosas que nunca sucedieron, viví pensando alcanzar metas, situaciones, objetivos, encuentros, que aún pasando el tiempo no se realizaron nunca... meses o años después, en un momento de paz, entendí que en realidad de la mayoría de lo que no se cumplió... estaban de acuerdo a los deseos de mi mente, que vive saltando constantemente, se parecían a lo que deseaba en el  corazón, pero superficialmente.  Pero las veces que logré mi paz interior acepté que aquellos deseos no estaban de acuerdo a mi alma.  Entonces me pregunté tantas veces... ¿porqué es tan difícil tener en claro que es lo que desea mi alma y así no malgastar ni mi tiempo ni mi energía?
El misterio de mi camino ha sido siempre algo relativamente indefinido, imposible de atrapar...porque los momentos difíciles no dejan de ser buscados, pues luego de pasado el tiempo comprendí que los errores que me llevaron a aquellos tropezones era porque me negaba a aceptar aquellos errores, y de allí el resultado terminó siendo esperable.
Pero, ¿que debí hacer para tener en claro hacia donde caminar si no lograba entender? entenderme a mí mismo ¿cómo no sentirme  perdido?...
Recuerdo haber orado por semanas a Dios pidiendo una guía para tener en claro el camino... Y al no llegar la ayuda... ¿qué hacer? Al menos a ese problema si encontré la respuesta, ¿acaso sabía yo mismo que es lo que deseaba?,  ¿me quedaba bien claro adonde quería llegar y porqué?
Entonces con el paso del tiempo fui aprendiendo a vigilar mis estados de ánimo, y  una forma útil que encontré es esta: si estoy viviendo una etapa en mi vida en que me siento desconforme aunque mirando mi entorno todo parece estar bien... si sólo pienso en encontrar un sendero más fácil... O dicho de otra manera, si no logro agradecer por todo lo que tengo y he logrado... entonces ¿dónde está el problema?... en la falta de armonía interior. El famoso triangulo: mente, sentimientos y alma, están en conflicto.
Sé muy bien, que siempre me ha sido difícil comprender bien cuál es el sendero que mi alma desea que siga, bueno, entonces…, la forma de solucionar ese inconveniente es estar atento a ese estado de disconformidad inexplicable...
Si el horizonte hacia el que me dirijo no me hace sentir bien, es el momento de parar, y esforzarme en encontrar sea como sea, mi paz interior para comprender porque me siento molesto.  Dado que me es más fácil entender que está mal y entonces corregir el rumbo para zafar de ese malestar. Y si el camino para zafar de ese malestar lleva a un rumbo que claramente se aparta de aquella meta que quería alcanzar, entonces es tiempo de buscar no un momento, sino plantearme unos cuantos días de reflexión pues la meta estaba equivocada.
Es decir debo tener la paciencia para descubrir hacia dónde quiero ir en cada momento.
Dicen que: “si se sabe adónde ir, llegaremos tarde o temprano.” pero el punto no es ese, pues ¿acaso tiene sentido esforzarme por llegar a una playa si no quiero poner mis pies en el agua?, ¿Acaso tiene sentido agotarme subiendo una montaña si luego me voy a sentir molesto con el viento?
He visto tantas personas que saben cuál es su camino, pero de tanto renunciar al esfuerzo por seguirlo, parece que hasta lo han olvidado, o que se han autoconvencido que son inválidos en el plano espiritual. Me recuerda a muchas pesadillas que he tenido en las cuales deseaba caminar y mis piernas pesaban toneladas.
Me pregunto… ¿porqué perdemos la esperanza de llegar?, ¿por qué tantos miedos?, ¿Por qué tantas ataduras?, si el presente no se siente bien, ¿por qué aferrarse a él?, ¿miedo a perder qué?, ¿lo que no aceptamos … y vivimos deseando otra cosa?
Los autoconvencimientos y las falsas conformidades son una muy pesada carga a llevar sobre la espalda durante el resto de la vida… No sirve mentirse a uno mismo, decirse “no sé nada, más bien no quiero saber nada… pues así es más fácil”. Si hay algo que es bien absurdo es jugar al solitario y hacerse trampa.
Si no estoy conforme con mi vida de hoy, de ayer y de lo que me queda claro que llegará mañana, si sé  a dónde quiero ir, es una poderosa tortura atarme yo mismo mis pies y muy inútil implorarle a Dios que me desate.
Ahora si la razón del desaliento es porque, quiero mis resultados mañana mismo, ahí las cosas andan mal en la cabecita… una vez escribí, “todo lo que es fácil de alcanzar, al final no vale la pena, o más bien vale la pena no alcanzarlo”
Siempre trato de recordar frases, parábolas y cuentos famosos. En este caso, puedo comparar el caminar espiritual o el de la vida con aquel viejo cuento de la carrera de la liebre y la tortuga... No por mucho correr se llega primero, tampoco importa la velocidad si no conocemos el rumbo.
Así que cuando nada me queda claro, me esfuerzo en controlar mi ansiedad en no desesperarme por no avanzar, pues puede que moviéndome sin rumbo, termine volviendo al mismo lugar en que estoy ahora mismo parado.
Cuando busco sin buscar… sólo por encontrar,  dependo de lo que encuentre y por lo tanto sólo del azar, que casi nunca será favorable a un crecimiento espiritual sino más bien a una nueva experiencia de aprendizaje, llegaré a algún sitio y puede que tenga que volver atrás.
Mis primeros pasos a aprender en mi sendero espiritual, fueron un camino hacia mi autoconocimiento básico, para poder dar sentido a mi búsqueda. Aprender a perfeccionar mis rutas que me llevan a encuentros con otros caminantes e intentar comprender en cada momento todo el entorno de las situaciones, las personas presentes, intentar ver a dónde van ellas, y qué tiene que ver con mi propio camino. Nunca es tarde para volver a encontrarse con uno mismo.
Casi toda mi vida gusté realizar largas caminatas, y ya hace bastante que las utilizo como una excusa para pasear mi mente, mientras ella está distraída con el paisaje, puede conversar mi corazón con mi alma y siempre sobre el final algo más claro ha quedado en mi interior, mis sentimientos quedan más expuestos y por ello veo una luz en el camino a seguir...
Es tan importante saber adónde queremos ir que vale la pena todos los esfuerzos por aclararlo, por alcanzar esa armonía interior que nos dice claramente, si eso quiero... mi corazón lo siente y la mente lo acepta contenta... Cuando la meta es evidente llega un estado de entusiasmo inconfundible, surge nuestra energía interior que nos impulsa a avanzar.
Cuando somos capaces de focalizar la energía interior hacia un objeto o un horizonte, la energía se revaloriza, se reconstruye y nos da más ánimos para seguir. Si más adelante esa energía se desvanece, si parece que no hubieron razones para tanto ánimo habrá que estar atento a qué es lo que se está oponiendo en nosotros para quitar importancia a lo visualizado. ¿Es esta oposición válida?
Un abrazo a mis seguidores, Paul Barbé

domingo, 10 de julio de 2011

Virtudes y defectos

Intentaba hoy agregar un archivo adjunto con una larga lista de virtudes, defectos, buenas y malas cualidades, con el objetivo que sirviese como referencia para estas mismas y con una idea más avanzada de permitir a quienes me leen que marcaran cuales de ellas consideran más importantes, veo interesante conocer una opinión general en ese tema, pero luego desistí por carecer de conocimientos avanzados en el manejo de un blog o diseño de paginas web.
Asi que cambio el objetivo de hoy, comentaré sobre buenas cualidades importantes para un camino espiritual, y las otras que se debe trabajar para
abandonarlas.
Antes que todo escribo aquí desde el punto de vista espiritual, lo cual en gran parte va en contra a las buenas cualidades en el mundo material.
Un ejemplo, ser generoso, confiado, fiel, humilde, sacrificado, etc., no es ventajoso en el mundo material, pero si en el espiritual. Así que de aquí en
adelante todo lo que escribo es referente a valores y buenas costumbres que son importantes para el progreso espiritual.
Básicamente hay que mejorar en: amabilidad, autenticidad, estabilidad emocional, flexibilidad, generosidad, gratitud, honradez, humildad, orden, paciencia, perseverancia, respeto, tolerancia...
y por otro lado hay que luchar para erradicar: competitividad, egoísmo, falsedad, inconformismo, infidelidad, prejuicio, soberbia, violencia.
Ambas listas pueden ser mucho más largas, son tan solo una referencia.
De ellas hay cosas tan importantes que no se puede pensar en hacer un camino espiritual honesto si no se cambia lo que es necesario.

Para ser bien claro, no deseo confundir con cuantas virtudes se debe tener y con ello desalentar... El camino espiritual, es sencillo comprenderlo, si lo vemos como un camino de mejoramiento progresivo.
Todos tenemos mucho para mejorar... hoy mismo hay personas que tienen muchas buenas condiciones, quizás más que otros; pero es posible que ellos no caminan en estos tiempos un sendero de progreso espiritual y en cambio alguien con menos condiciones espirituales si ha decidido progresar hacia la luz espiritual.
Esto no quiere decir que deba abandonar hoy mismo todos sus malos hábitos, o malas condiciones, quiere decir que ha comenzado a trabajar para mejorarse a sí mismo, y por lo tanto es su meta que en un período de tiempo que él mismo se fija, logre ser mejor que lo que era un tiempo antes.
No se trata de ninguna manera una competencia sobre quien tiene más virtudes y buenas cualidades, sino más bien el esfuerzo constante que es capaz de hacer
día a día, no permitiéndose a sí mismo dar ningún paso atrás.
A veces todo parece mostrar que no se puede avanzar, pero si hay una actitud sincera de luchar para mejorar, indudablemente que se logra.
Tengo una sugerencia... cuando el camino se hace muy duro para mejorar en determinada meta, a veces es bueno dejar de preocuparse en no avanzar hacia ella e
intentar avanzar en otra. Doy este ejemplo, supongamos que alguien intenta ser más amable con las personas y ha llegado a un punto en que no mejora más, incorporando el hábito de ser agradecido es un excelente apoyo al logro anterior. Si ese persona logra agradecer todo lo bueno que tiene, aprenderá a agradecer lo bueno que recibe de los demás y por lo tanto será mas fácil ser amable.
De otra forma cuando no se puede avanzar en una meta, intente otras... todos tenemos tanto por mejorar, no?

Repito aquí los 5 principios de Reiki, dictados por Mikao Usui, hace casi un siglo.
"Solo por hoy, no te preocupes"
"Solo por hoy, no te enfades"
"Muestra respeto hacia tus padres, maestros y ancianos"
"Gánate la vida honestamente"
"Se agradecido por todo lo que es vivo"
Sugiero que sean incorporados como una oración personal, no para ser recitados, sino para repetirlos e incorporarlos al diario vivir.
Por otro lado como se puede apreciar en esos principios, se mencionan buenas cualidades, anímate a ti mismo a crear otros principios para tí mismo.
Un abrazo para todos, Paul Barbé

viernes, 8 de julio de 2011

¿Cuan espiritual soy?

Intentando definir que es espiritual y que no lo es...
Ser espiritual es una forma de vivir, donde primeramente quien lo es, tiene conciencia que todos compartimos este universo, este mundo, que nada es de nadie, que todo absolutamente todo en este mundo es pasajero, que nada termina con la muerte salvo este cuerpo que es tan solo un lugar que ocupa nuestra alma por un tiempo.
Ser espiritual implica aprender poco a poco a entrar en armonía con todo lo que nos rodea; aprender que cuando más se da, más se tiene; aprender que la vibración de cada individuo afecta a todos quienes están en su cercanía. Por lo tanto si tu progresas espiritualmente mejorarás tu entorno y todos saldrán beneficiados.

Nadie puede ser feliz por los demás, nadie puede dejar de ser feliz porque otros no lo sean, pero, no podemos permitirnos que nuestro camino empeore el de otros...
En el mundo material quien más tiene, es porque menos tienen los otros; pero en el mundo espiritual quien más amor da, mas amor recibe; quien enseña a otros comparte su saber, no pierde nada y quienes reciben el conocimiento aprenden y mejoran.

Rezar, repetir oraciones, no es un acto para dejar más contento a un Dios soberbio, es un acto de agradecimiento o también de meditación.
También es un portal que se abre para entrar en un plano donde reconocemos nuestras carencias interiores, nuestros rincones oscuros y olvidados.
La oración que reconforta, es aquella que apunta a mejorar el alma; de quien la realiza, y no aportará ningún consuelo si se pide una mejora en el plano material.

Todos los seres venimos a este mundo a aprender, y por ello aprendemos desde que nacemos hasta el día de abandonar este cuerpo. No debemos afligirnos por las muchas experiencias que nos han hecho sufrir, cada una deja al menos una importante enseñanza, quizás mas de una... Si debemos entristecernos cuando una mala experiencia se repite y nos muestra que no pudimos aprender de ella la primera vez y por lo tanto, vuelve a suceder para volver a dar la oportunidad de aprender.
Si aceptamos que vinimos al mundo a aprender, ¿por qué rogarle tanto a Dios por salvación de una experiencia que nos traerá una enseñanza eterna?... ¿Porque es muy duro?, piensa en la eternidad del alma... no en lo pasajero de esta vida, al fin y al cabo todos vamos a envejecer y morir.

Entonces volviendo al principio, ¿soy espiritual por qué rezo? ¿por qué repito mantras? ¿por qué participo en reuniones espirituales? ¿por qué practico Yoga o meditación?¿por qué practico Reiki? ¿porque compro libros espirituales y trato de aprender sobre el tema, todo lo que puedo?
Puedo decir que solo por alguna de ellas... no eres espiritual. No es espiritual una persona que reza en su casa o en su iglesia y luego cuando se mueve en la calle es una mala persona con sus vecinos...
No es espiritual quien dice que lo es, sino, quien se comporta como tal, quien piensa y siente en el plano espiritual.
¿Y cómo entonces?
Bien, parte de lo que se debe aprender en esta vida es a ser un buen vecino, parece muy elemental ¿no? Pero un buen vecino es aquel que está dispuesto a ayudar sin pensar en un beneficio propio. Busca ayudar en lo que puede aún sin que se lo pidan para el bien de todos.
También que busca mejorarse a si mismo, y toda vez que tiene oportunidad de plantearse como lograr cambiar sus defectos y paso a paso transformarlos por virtudes, lo hace.
Para no hacer una larga lista sugiero busque en diccionarios toda la lista de virtudes y servirán de ejemplo.

Pero por favor no busque adoptar todos los caminos a todas las virtudes para alcanzarlas en un mes, recuerda que la cuerda espiritual no se puede estirar más allá de lo posible o se rompe.

Todo sendero espiritual es un sinuoso camino de mejoramiento progresivo, elije una meta cercana y trabaja en ella, no dividas tu esfuerzo en muchas metas, pues por lo general no funciona. 
Hablo de gente normal con sus ocupaciones normales y que por lo tanto no pueden dedicar todo su día al camino espiritual; los más libres quizás por tener más tiempo avancen más rápido, quizás no, pues pueden distraerse en caminos que no llevan a planos mejores y puede que quienes tengan menos tiempo y más convencimiento aprovechen su poco tiempo muy efectivamente.

Entonces mi sugerencia es esta, busca tu meta, esa solo tú la puedes elegir, busca un momento del día para trabajar en ella a fondo, es preferible que sea todos los días a la misma hora, si hay poco tiempo al menos 15 minutos, pero que ese tiempo sea sagrado para ti y solo para ti. Puedes comenzar con un mantra, bien cantado, entonando lo mejor que puedas el sonido de cada sílaba, de forma que el sonido haga vibrar tu cuerpo, sigue con tu oración elegida, y termina siempre con un silencio, lo más profundo que puedas dentro tuyo.
Si es posible intenta en el transcurso del día repetirte en silencio tu oración todas las veces que puedas.
Eso es un camino espiritual, siempre que no permitas que en el resto del día se contamine tu ser con acciones que van en contrario.

Bien ya quedó largo este artículo, seguiremos mañana...
Un abrazo, Paul Barbe

miércoles, 6 de julio de 2011

El momento de empezar un sendero espiritual

La vida tiene etapas marcadas, una de ellas para crecer como persona, cosa que naturalmente cualquiera hace hasta el día que aprende a ser independiente, a valerse por sí mismo.
Por distintos caminos, la vida misma va llevando a cada persona, a pasar de una etapa a otra... llega un día en que los cuestionamientos hacia la vida mundana no tienen respuestas satisfactorias.
Es común que la inquietud espiritual llegue en la madurez, pues una vez que se alcanzaron determinados logros, habrá un momento de la vida en que ya no se consiguen más logros que den satisfacción; comprar un televisor nuevo, una camisa o un auto, es una alegría muy pasajera, y así cualquier otro objeto grande o chico, valioso o no... Las relaciones con las personas se hacen demasiado superficiales... 
Todo parece llevar hacia un vacío que amenaza tragar todo...
Entonces tarde o temprano toda persona se pregunta, ¿esta vida lo es todo? ¿hay algo más que me espera después de ella?
Sin querer entrar en un plano de creencias existenciales, planteo esta perspectiva... la aparente injusticia que: algunos nacen rodeados de buenas condiciones, ayudas y ventajas... y por otro lado otros con tantas limitaciones... parece estar muy mal. ¿Puede un Dios ser así de injusto?
La respuesta que encontré está en la perspectiva que todo ser tiene un alma eterna y debe vivir muchas vidas, en las cuales debe aprender un conjunto de lecciones... así el objetivo o meta a alcanzar es superar esas lecciones, eso puede llevarle 25 vidas en este mundo, 100 ó 900.
Si una persona pasa una vida inútil, egoísta o como quiera que sea, es muy probable que en ella no supere ninguna de las lecciones pendientes, y al igual que un alumno de una escuela o liceo, es digamos un año perdido, una vida en vano.
A estas lecciones podemos considerarlas como escalones espirituales a subir.
Por otro lado, inevitablemente en algún momento de la vida toda persona se plantea la posibilidad de recorrer un sendero espiritual, lamentablemente muchos abandonan esa inquietud porque no encuentran un maestro adecuado.
Si alguien que con mucha dificultad de autoconvencimiento decide dar algún paso espiritual y se cruza con un maestro que le plantea una serie de lecciones o ejercicios muy exigentes, es bien probable que esa persona abandone en los primeros intentos.
Otros más convencidos lo intentarán, pero no puede un maestro desalentar al iniciante, un alumno de 1er año de escuela es imposible que resuelva una ecuación de 2do grado.
Por eso escribía unos días antes, "cada uno debe elegir la orientación o ejercicio que se adapte a su lugar actual en su sendero espiritual".
Para una persona, que apenas comienza, está muy bien que para empezar, se plantee una meta muy elemental, digamos por ejemplo repetirse un mantra 20 veces por día, quizás en el primer mes nunca lo logre, pero tampoco es tan dificil, luego algunos días lo logrará y quizas los domingos solo quiera divertirse.
Pero llegará un día que esa meta tan sencilla la logra sin dificultad y entonces deberá elegir su siguiente meta, pero nunca encajonándose. Por ejemplo, no son los mantras la única herramienta espiritual, es tan solo una de tantas.
Aconsejo que en algun momento del camino toda persona intente, plantearse un día de autoinspección, un día de alejamiento para verse a sí mismo con suficiente tranquilidad y honestidad, y desde allí plantearse que parte de su forma de ser es la que más dificulta y detiene su progreso espiritual.
Si queda confuso que implica cambiar en una primera etapa de crecimiento espiritual, puedo enumerar una serie de hábitos y costumbres que son negativas y por supuesto, su opuesto es lo deseable:
Se debe cambiar: pereza por esfuerzo, monotonía por creatividad, egoísmo por generosidad, mal caracter por estabilidad y temple, aislamiento por comunicación, crítica por tolerancia, se puede seguir la lista pero creo que como ejemplo es suficiente.
No pretenda un iniciante una meta de llegar a ser un apostol de Cristo, tampoco un maestro rodeado de cientos de alumnos, sugiero no se plantee ninguna meta más allá de algo tan sencillo e importante como ser una persona mejor.
Es muy común que en un momento del camino alguien se plantee... por más que me he esforzado jamás llegué a estar ni siquiera cerca de la meta que quise alcanzar, he pasado 3 años y aún estoy tan lejos que creo que jamás llegaré.
Si a alguien le ha sucedido algo así, aún sin conocerlo tengo la respuesta: primeramente la meta que se trazó estaba equivocada, demasiado exigente, pero por otro lado y esto es muy importante, esa persona en ese mismo momento debe meditar y recordar como era hace 3 años atrás y como lo es hoy día, seguramente es tan grande el progreso que tan solo con eso... debería sonreir una semana entera.
Ya he escrito días antes, "nunca te traces una meta muy elevada como próximo logro, pues no sabes que podras desear una vez que hallas subido 3 escalones de los 20 que necesitabas para aquella meta, es muy posible que estando 3 escalones más arriba, tus deseos sean otros nuevos".
Lo importante es caminar en tu sendero espiritual pero al ritmo que puedes  sostener.
Un abrazo, Paul Barbé